Quiero dedicarle otro artículo al Complejo Principal de Histocompatibilidad, pero espero no hacerlo tan detallado, para que tod@s lo tengáis fácil para entenderlo. Pese a que este tema requiere conocimientos de muchas ramas distintas como la paleontología, la genética y el estudio de la evolución molecular, y que además es un tema envuelto en el misterio: no existen fuentes que verifiquen, con claridad, cómo el CPH se mantiene, se adapta y evoluciona con el tiempo en distintas poblaciones. Hay dos formas de explicar lo que se puede observar: una de ellas se basa en que la diversidad, la estructura y la regulación de los genes de CPH que recibimos por herencia, se debe a una selección natural que elimina las variantes que no benefician al organismo. En mi opinión esto no explica absolutamente nada de lo observado, solamente lo justifica. Es como si miráramos la Luna y dijéramos: está ahí porque si estuviera de otro modo, no se mantendría ahí correctamente. Es exactamente el mismo razonamiento.
Yo en cambio, creo que hay factores ambientales y mecanismos regulatorios dignos de estudiarse, que van mucho más allá, en el caso de la Luna, diríamos que hay realmente leyes físicas que están manteniéndola girando de ese modo, miraríamos cómo realmente funciona la Luna, su estructura, su velocidad, su peculiar mirada perpetua hacia la Tierra con una sola cara, y qué factores controlan eso. Os propongo que miremos a los genes de CPH para ver si descubrimos algo más verídico que la simple alusión a la selección natural. Permitidme especular, hacer una hipótesis, y seguir retando a aquellos que confían en la selección natural como mecanismo de evolución.
Existen en realidad los llamados «nueve genes clásicos» de CPH en el genoma humano, tres corresponden a CPH de tipo 1 (HLA-A, HLA-B y HLA-C) y seis a CPH de tipo 2 (HLA-DP, DM, DOA, DOB, DQ, y DR). Hay más, dijimos que hasta 200 contando también los de clase 3, pero estos son los más estudiados y todos ellos se ocupan de la presentación de antígeno. Este número cambia según la especie. Y de cada uno de esos genes hay miles diferentes si contamos todos los individuos de una población (por ejemplo una población de alces o ciervos).
¿Quién controla la expresión, la frecuencia y el ritmo de diversificación de estos genes? ¿Quién se encarga de que haya más de unos o de otros, quién modifica la cantidad de alteraciones en los genes de CPH, quién ejerce esas alteraciones para dar lugar a más variantes, que podrán luego heredarse?
Esto viene citado en un artículo del 2002, sin embargo sí se conocen proteínas reguladoras y factores de transcripción que controlan cuánto se expresan estos genes, cuándo, y dónde (en qué células). Podemos sin lugar a dudas dar por válido que esa regulación se corresponde con una necesidad: se expresará más aquella proteína que sea necesitada. ¿Cómo explicamos eso? Solo por una influencia ambiental directa (lo opuesto a la selección natural). Si no hubiese tal influencia, no podría haber tampoco esa correspondencia, que ha sido probada.
Quieri animaros a leer este artículo, que demuestra con avanzadas técnicas y matemáticas complejas cómo en estado de leucemia, la regulación de estos genes es muy distinta a la habitual.
http://link.springer.com/chapter/10.1007%2F978-3-642-31552-7_18#page-1
Ya os pondré ese artículo completo cuando lo encuentre, por cierto del 2013. Muestra cómo la regulación del CPH es algo tan complejo que ni siquiera con las más modernas matemáticas puede llegar a determinarse. Nada que ver con una «aparición al azar, mantenimiento si hace sobrevivir al individuo».
Aquí tenéis un artículo muy completo con diferentes estudios hechos en la dirección de la selección natural, mostrando como «no existe neutralidad» (es decir, que hay efectivamente algo que discrimina entre unas variantes y otras) o que «no todas las mutaciones se dan por igual» o «hay unos genes que dan lugar a más variantes que otros»: todo ello simples observaciones, pero no explicaciones (aunque debo decir que no he sido capaz de leer todo lo que aquí se expone):
http://www.genetics.org/content/173/4/2121.full
Poco papel tiene el puro azar en los sofisticados mecanismos detrás del mantenimiento y la actuación del Complejo Principal de Histocompatibilidad. Y aquí lo dejo, pues es todo cuanto soy capaz de ver. ¿Qué implicaciones puede tener esto para la vida diaria de ustedes? Muy pocas, salvo que os guste buscar la verdad aunque no os aporte un beneficio directo o indirecto. Un saludo!
Os voy a mencionar solamente algunas de las proteínas y elementos relacionados con el CONTROL de la expresión del Complejo Principal de Histocompatibilidad.
Los factores de transcripción controlan cuándo se expresan las proteínas, en qué cantidad y con qué ritmo. Estos son algunos que influyen en CPH: H-2RIIBP/RXR beta, NK kappa B, I-kappa B, hXBP-1 and NF-Y. (Extraído de: http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/8452678).
Como podéis ver es la célula quien regula y controla según las condiciones. En casos de leucemia, como prueba el artículo indio, la regulación es diferente, y los CPH cambian su actividad, frecuencia etc.
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Un nuevo descubrimiento: podemos ver que el CPH participa en regular enfermedades como la diabetes. La complejidad de la bioquímica cada día me convence más de que es imposible que la selección natural origine tan complejos y hermosos equilibrios. Millones de años respondiendo al medio ambiente me convencen más que millones de años «esquivando una lluvia de flechas» (eso es la selección natural donde las flechas son las mutaciones aleatorias).
El complejo mayor de histocompatibilidad regula la diabetes autoinmune a través de las células dendríticas.
http://blog.hospitalclinic.org/es/2013/03/el-complex-dhistocompatibilitat-principal-regula-la-diabetis-autoimmune-a-traves-de-les-cel%C2%B7lules-dendritiques/
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Aquí hablan de la evolución del CPH en este blog sobre ciencia: interesante!
http://lacienciaysusdemonios.com/2013/12/03/la-exhuberante-evolucion-del-complejo-principal-de-histocompatibilidad-de-clase-i-humano/
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