¿CÓMO HACER UNA DEMOCRACIA REPRESENTATIVA? (PARTE ii)

Lo primero, acabar con el sistema proporcional en el que unos cuantos partidos políticos se reparten el poder en todo el país según la cuota que les dan los votantes. Esto hay que sustituirlo por una Asamblea, en la que se reúnan diputados, elegidos por mayoría en cada distrito electoral, independientemente de qué partido sean o de que no sean de ningún partido, y que defiendan los intereses de su propio distrito, juntos tengan el poder de hacer las leyes. De este modo, esos diputados independientes y sin necesidad de obedecer a nadie (al presidente de su partido, por ejemplo, como sucede ahora con todos los diputados, que tienen que obedecer ‘al partido’ o por lo menos lo hacen para mantenerse en ese puesto) como representantes directos de la sociedad que los ha elegido por mayoría en cada distrito (idealmente, cada distrito tendría unas 100.000 personas, pues más allá de eso es difícil una democracia directa y hay que dar paso a la elección de representantes) ellos hacen las leyes, y son el poder legislativo. En una elección independiente, se elegiría al presidente de la República, que sería el poder ejecutivo, pero que no tiene ningún poder para hacer las leyes ni, por supuesto, para juzgarlas. El Presidente no representa ni debe hacerlo a la sociedad, ni tiene capacidad decisoria, solamente simboliza el poder ejecutivo (equivalentes: la autoridad, el Estado). Es una manera de que poder ejecutivo y legislativo se escojan y sean independientes. A partir de ahí puede haber variaciones pero siempre partiendo de la base de que los poderes estén separados, y de que haya un órgano intermedio entre la sociedad civil y el Estado (el Presidente, el consejo de ministros, la Policía, la burocracia estatal…). Ese algo debe ser una Cámara de Representantes que tenga la capacidad de promulgar y crear nuevas leyes, aunque la posibilidad de proponer leyes puede venir tanto del Gobierno (ejecutivo) como del poder judicial o de la sociedad civil representada en esa Cámara.

Fijáos que el modelo de la República Constitucional no está de acuerdo con la partidocracia ni con la dictadura totalitaria (evidentemente) pero tampoco con el comunismo o el anarquismo, que pretenden la abolición del Estado. Tampoco lo está con la democracia directa al estilo de la ateniense, más que nada porque es imposible hacerla siendo más de 100.000 personas (y somos 7.000.000.000 en el planeta). Otro de sus fundamentos es que la verdad política equivale a libertad colectiva (verdad = libertad). Esto es algo que también me parece muy bueno, y es que lo que se haga realidad a nivel de lo político, es decir de lo público que concierne a tod@s, debe partir siempre de la continua y permanente libertad colectiva (o sea, libertad de decisión) de la sociedad civil (el conjunto de las personas individuales). La voluntad del partido que saca más votos en las urnas, sin control ninguno de su poder, al no partir de la libertad colectiva, tampoco debería convertirse en verdad política. De este modo, la gente que no está de acuerdo con un partido no tiene que joderse si otro ha sacado más votos. En realidad, para que eso no suceda hay que acabar con el sistema proporcional de listas (no importa que las listas sean cerradas o abiertas).

Pues todo esto y en realidad muchísimo más es lo que ayuda a comprender el libro ‘Teoría pura de la República’. Su autor explica y argumenta todo de forma muy clara aunque se expresa con un lenguaje culto, y te lleva a entender gracias a esa claridad muchos hechos históricos, la Revolución Francesa, la independencia de Estados Unidos, la historia reciente de España… Un libro con el que terminas lleno de claridades y no de confusiones.

Antonio García Trevijano es un personaje desconocido pero muy importante de nuestra historia. Hay muchísimos videos de él en la red, sus libros en cambio son mucho más difíciles de conseguir (actualmente, la Teoría pura de la República está descatalogado y yo lo he encontrado en una biblioteca pública). En este video habla sobre la partidocracia:

El primer paso que propone el MCRC es la ABSTENCIÓN ACTIVA, no acudir a las urnas en un sistema de elección oligárquico y fraudulento, sin representatividad de la sociedad civil en los elegidos.

En esta web podéis escuchar los programas de radio en los que da su opinión sobre los artículos de la prensa española y otros temas.

http://www.diariorc.com/

Finalmente aquí tenéis el blog el Movimiento que él dio inicio, el MCRC:

http://antoniogarciatrevijano.com/bienvenidoa-al-mcrc/

79 comentarios sobre “¿CÓMO HACER UNA DEMOCRACIA REPRESENTATIVA? (PARTE ii)

    1. ¿A qué te refieres? ¿A que el intento podría salir mal y llevar a lo contrario de lo que se espera?

      Lo cierto es que la partidocracia no es más que una dictadura disfrazada, ya que quien decide es el partido elegido y no la sociedad civil que le ha dado sus votos. Tenemos libertades individuales que no había con las dictaduras totalitarias, pero a la larga, no tenemos ningún tipo de control sobre ellas, de ahí que las estemos ahora perdiendo con tanta rapidez. Nunca fueron nuestras, sino que nos fueron concedidas por puro interés. La prueba es que la clase media solo pudo ser posible gracias a la eliminación del ‘patrón oro’ que permitió a los bancos, mediante sus préstamos de dinero ficticio, darnos una falsa prosperidad. Nos alejamos cada vez más de una sociedad productiva, y mientras nuestra industrias fueron eliminadas se incrementaba el ‘estado de bienestar’. No somos capaces de mantener lo uno sin lo otro. El modelo de República Constitucional pretende que haya un poder legislativo que represente a la sociedad civil, separado de un Gobierno (poder exclusivamente ejecutivo) que haga aplicar y organice el funcionamiento de esas leyes. Al menos, esto impedirá la colusión, en palabras de Trevijano, entre el poder financiero y los partidos políticos, que es el culpable de la crisis.

      Siempre habrá que combatir las dictaduras totalitarias y sí, yo también temo que si la revolución social sobrepasa un cierto límite, el actual sistema de partidos saque sus garras (como ya hace muy a menudo de palabra) y se convierta en algo muy similar a lo que había con los franquistas.

      Me gusta

  1. Claro, me refiero a que el intento de cambio podría salir mal. Como ya ha pasado en varias ocasiones.

    Todo lo que dices es cierto.. pero también podría ser que un cambio nos llevase todavía a peor.. así que es arriesgado..

    De mal se puede ir a mejor, pero también se puede ir a peor.

    Me gusta

  2. Tiene que salir mal, por fuerza. En el sistema actual, y con el ejemplo de las últimas elecciones, sin contar los votos en blanco (que también son votos válidos, según la LOREG) tenemos que el PP con un 44,62% de los votos ha obtenido el 53,14% de los diputados, y nos parece exagerado. Podríamos seguir con el resto de partidos y ver que hay una distorsión entre la voluntad popular y la proporción de diputados de cada fuerza. Pero, esta distorsión se mantiene dentro de unos márgenes… aceptables o no, pero lo razonable sería tratar de acortar esta distorsión, no de aumentarla.
    Con el sistema de 1 diputado por circunscripción (se le llame como se quiera) puede darse el caso de que la voluntad esté homogéneamente repartida por los distritos. Supongamos que somos 35 millones los que votamos a 350 diputados por circunscripciones de 100.000 electores con un solo diputado por cada una. Supongamos sólo 2 partidos (se puede reproducir el modelo con cuantos se quiera, pero vamos a simplificar para ver bien la idea) y que hubiera un 60% de electores (21 millones) que votan al partido A y el 40% restante (14 millones) al B. Lo justo sería que los escaños en el órgano legislativo estuvieran repartidos de igual modo: 60% de representantes (210 diputados) del partido A contra el 40% del B (140). Pero, si los electores estuvieran repartidos por igual en todas las circunscripciones (60% para el A y 40% para el B), en todas ganaría el partido A. No sólo tendría mayoría absoluta, sino también unanimidad de representantes. El partido B no tendría representación alguna en el poder legislativo. Esto también valdría en el caso extremo en que en una circunscripción el resultado fuera de 50.001 contra 49.999. Y con esa pequeña diferencia podrían hacer tantas reformas parciales de la Constitución como les viniera en gana. Incluso, se podrían atrever a plantear una reforma agravada, aunque tuvieran que disolver las Cortes, convocar elecciones y esperar obtener, de nuevo, los 2/3 de los diputados necesarios.
    En el extremo opuesto, podría darse el caso de la mayoría de los votantes del partido A estuvieran repartidos sólo en algunas circunscripciones, quedando muy pocos en las restantes. Como el número mínimo de votantes para obtener un escaño es de 50.001, planteando la hipótesis más extrema (improbable, pero posible), tendríamos que 50.001 por 176 (nº de escaños para obtener la mayoría absoluta) nos da 8.800.176 electores… ¡un 25,14%! Así, aunque 3 de cada 4 españoles (en nuestro caso) desease la victoria del partido B, vería frustradas sus aspiraciones porque el 4º les impone como ganador al partido A.
    Contra el argumento de que, en la práctica, es muy difícil de que se dé uno de los dos casos extremos antes expuestos. Cabe decir que el primero no es tan difícil. Y, respecto del segundo, que sólo con el hecho de que sea posible, se puede afirmar de que se trata de un sistema trampa, especialmente diseñado para que una minoría pueda imponer su voluntad de forma totalmente legal. Definitivamente, antes que esto, me quedo con lo que tenemos, que no es que no me parezca que merece un profundo repaso y un cambio a fondo, pero para mejor, no para empeorarlo todavía más.
    Y, por cierto, una «Cámara de Representantes» con tan amplios poderes como los arriba descritos (proponer y promulgar leyes) sin saber (no ya «muy bien», sino sin saber, a secas) quién y cómo la elige es, cuando menos, muy arriesgado.

    Me gusta

  3. Lo que plantea A.G. Trevijano no solo no es conocido sino que difícilmente será difundido por los medios. Pueden concurrir dos motivos: el primero y más probable por absoluta ignorancia. Su planteamiento me ha cogido tan de sorpresa en la teoría y practica del concepto de democracia como el de Carl Sagan en el campo de la ciencia en mi juventud. El enfoque de ambos es totalmente distinto al que estudiamos en el bachillerato, y si después nuestras carreras no tuvieron nada que ver con la política o el derecho es normal esa ignorancia; incluso para catedráticos donde presumiblemente unos repiten lo que dicen los otros. El otro motivo es el de la desinformación sistemática a la que nos vemos sometidos, ya que los medios son simples correas transmisoras de las tonterías que nos cuentan los políticos; con lo cual y me consta, solo algunos blogs que recogen el trevijanismo (me atribuyo haber acuñado el término, por lo menos no lo he visto mencionado todavía) y las magistrales lecciones del maestro en RLC y diversos YouTube, así como en sus publicaciones en periódicos cuando le han dejado publicar y último libro, Teoría Pura de la República, obligan a tomar conciencia de aspirar a una sociedad civil que tome conciencia de la democracia constitucional. Es de aspirar que cuando nuestra sociedad tenga la noción de libertad colectiva no soportará en modo alguno la carga de una casta de parásitos. Son casta porque nadie accede a su estatus y además, los cargos son hereditarios: has de nacer en el seno de ciertas familias para aspirar a esos puestos. No hace falta justificar el adverbio «parasitaria» pues ya se lo justifican ellos solos de forma excelente. Este escrito ampliado aparecerá también en mi blog.
    Un saludo a todos

    Me gusta

    1. Es que una democracia donde una minoría puede imponer su voluntad a una mayoría no es digna de tal nombre. El señor Trevijano tendrá que retocar su modelo si pretende convencerme de lo contrario. Y lo de más arriba vale también para un comicio al ejecutivo (es decir, un miembro por todo el territorio nacional), siempre y cuándo, claro, que la elección sea indirecta, es decir, por representantes).

      Me gusta

  4. @Nicolás Cuadrado: Hola amigo, estoy de acuerdo contigo en que un sistema como el que describes es totalmente injusto, pero al final es muy similar a lo que ahora tenemos pues tú propones que hay un partido A y un partido B y que solo se puede elegir, en cada distrito, entre esas dos opciones. Esto es muy diferente (opuesto) a lo que defiende la República Constitucional. Además también mantienes, bajo ese binomio partidista, que si un ‘partido’ saca más escaños que otro, ese otro no tiene ninguna representación, y esa es otra falsedad respecto al modelo aquí propuesto. Eso es lo que sucede en estos momentos y lo que habría que cambiar, una de tantas cosas, si es que hay que montar un sistema democrático. Te explico la diferencia con el modelo de RC, al menos según yo lo he entendido porque tampoco lo he estudiado con mucha profundidad (me he leído el libro de A.G. Trevijano, que no es poco).

    En primer lugar cada distrito tendría que escoger a un diputado como ya se ha dicho para una Asamblea nacional, capaz de representar al conjunto de la sociedad civil. Puesto que los diputados no pertenecen necesariamente a ningún partido en concreto (por supuesto, pueden pertenecer o no a un partido político, pero no a un partido estatal como los actuales que se presentan a elecciones) no tienen necesidad de votar o tomar decisiones políticas en base a un ‘consenso’ de partido. Tienen una gran independencia para defender los intereses de los habitantes de su distrito, por lo tanto cada distrito está representado, sin quedar eliminados de representación aquellos que no hayan elegido a un diputado de cierto partido, algo absurdo, y que es lo que tú dices que pasaría. Pues lo que describes es una variante del ‘sistema proporcional’, un porcentaje para A, otro para B y otro para C. En el modelo de la RC, todos los diputados tienen la misma representación, exactamente la misma. En el libro, el autor describe cómo esto se reflejaría en los debates de la Asamblea, todos tendrían igual capacidad para proponer y votar leyes, y todos la misma posibilidad de participar en los debates, sin diferencias temporales jerárquicas como las hay ahora en el Parlamento.

    Otra cosa que no sé si sabías, es que los diputados son permanentemente revocables, para que no puedan faltar a su palabra ni actuar contra los intereses de sus electores.

    El poder ejecutivo se mantendría completamente independiente del legislativo, el primero representaría al Estado, el segundo a la nación, al pueblo en conjunto.

    El modo de comenzar a implantar este modelo habría de ser un período de ‘libertad constituyente’ es decir, que el pueblo tenga capacidad de decidir una nueva Constitución que garantice tanto libertad política como separación de poderes, que ahora no se da como puede ver cualquiera. ¿Cómo se puede decir que eso es un cambio a peor o que es preferible lo actual?

    Finalmente, decir que esto solamente se refiere a los diputados que van a hacer las leyes que serán iguales para tod@s, pero que dentro de cada distrito y para tratar asuntos locales y regionales, se puede escoger a una serie de personas para ocuparse de cada uno: agricultura, pesca, sanidad, educación, trabajo… Esto daría una independencia bastante grande a cada distrito. Lo primero (elegir diputados para una Asamblea nacional que representen la voluntad de los distritos y no la del jefe de su partido, que al final son los mismos que los de la Banca y poder económico) impide que exista la casta política actual, como dice Vicente, que haya privilegios, todo eso lo decidirá el pueblo modificando las leyes mediante sus diputados, que obedecerán la voluntad de la gente de su distrito con mandato imperativo (de lo contrario, pueden ser sustituidos). El pueblo tendrá una capacidad tremenda de decisión sobre si mismo, tal vez lo aquí descrito sea solo un primer paso. Se fomentaría el asamblearismo además de la representatividad, y como dijimos en el post anterior, se usarían iglesias, plazas de toros y recintos deportivos como lugares de realización pública de la democracia: centros de decisión política, a nivel local, regional o nacional. Ojalá pudiéramos montar este sistema. Creo que es muy distinto al que tú propones. Para mí, es algo muy positivo por lo que pelear. También los medios de comunicación dejarían de estar controlados por la ideología de los partidos. Y qué decir de las finanzas: no habría crisis ni paro. Nosotros podríamos resolverlo con algo más que un voto cada 4 años que es completamente inútil. Como dije antes por Twitter,

    Actualmente todos los partidos, de derechas o de ‘izquierdas’ son totalitarios, ya que estan exentos de control por la sociedad.
    Esta es la razon por la que no debemos ir a votar a ningun partido por muy buenas que sean sus propuestas.
    De hecho, ninguno de ellos propondra un sistema que no sea el partidocratico, ya que seria el fin de su partido.
    Los partidos de ‘izquierda’ (IU, Podemos, los Verdes, el PCE etc) son mucho peores ya que en partidocracia no pueden serlo.
    Quiero decir con ello que estan mintiendo ya que tienen muy buenas palabras cuando estan a favor de la oligarquia corrupta.

    Y es que cuando el poder no está controlado (y el poder se lo repartimos a unos cuantos jefes de partido en unas elecciones, como pedazos de una jugosa tarta) no hay forma de evitar la corrupción, el engaño, la colusión entre finanzas y partido, la subyugación del partido político hacia las grandes corporaciones, FMI, Alemania, BCE, etc. No hay forma, y los partidos de ‘izquierda’ son peores, pues se dicen republicanos pero aceptan la Constitución monárquica de 1978, aceptan el sistema proporcional oligárquico, y simplemente quieren su cuota de poder, y sirven para ofrecer una imagen de falsa alternativa que es imposible sin una revolución apartidista.

    Me gusta

  5. A ver, vuelve a leer mi comentario. Después, corrige el tuyo y luego te contesto. Y, desde luego, no me hables del país de Nuncajamás. Estamos hablando de un modelo electoral para elegir a un órgano colegiado que es el poder legislativo de un país, del resto ya hablaremos.

    Me gusta

    1. No entiendo tu reacción, si he malinterpretado tanto tu comentario, ¿por qué no me puedes señalar estos errores? Esto está para debatir amigablemente sobre un tema que a los dos nos interesa.

      Y estamos hablando de muchas más cosas que el poder legislativo, de separar los tres poderes para que tengan independencia mutua, no como ahora que el Ejecutivo (o Gobierno) controla los 3 poderes.

      En concreto, hiciste referencia a la existencia de partidos estatales, que el modelo de RC rechaza. También hablaste del sistema proporcional, equivalente al de hoy día, que también rechaza la RC es decir, el concepto de ‘mayoría absoluta’ no tiene sentido en este, pues no hay facciones estatales. La garantía de que los diputados representarán a sus electores de distrito (y no a toda la nación, como ocurre actualmente) es que se eligen por mayoría, en segundo lugar son revocables a tiempo completo, en tercer lugar, no tienen eso que ahora se conoce como ‘disciplina de partido’ son independientes de lo que vote el vecino, pues votan según lo que desee su distrito que lo ha elegido. En fin, garantías que a día de hoy no existen.

      Me gusta

  6. Claro que debato amigablemente. Pero, mezclar temas no es precisamente una forma de facilitar las cosas. Yo, en mi primer comentario, sólo he hablado de un modelo matemático del sistema electoral que propones (sí que, al final, he hecho un comentario sobre esa «Cámara de Representantes», ya que, no se sabe lo que es, pero que invade competencias legislativas). Por eso, antes de tocar los demás puntos (y no te quepa duda de que estoy dispuesto a debatirlos) espero que sigamos unas normas elementales de cortesía y de lógica. Yo he puesto a los partidos A y B como ejemplos para discutir sobre el modelo, no como seres reales. Podríamos cambiarlos por dos opciones cualesquiera sobre un asunto a legislar (A= a favor de legalizar el aborto, B= a favor de penalizar el aborto). Y, por cierto, aunque se evite que desde sus sedes se dicte la política a imponer a los ciudadanos, los partidos existen y, probablemente, existirán (a no ser que se prohíban, claro). Ahora, aclarado esto, si quieres, podemos volver a centrarnos en el modelo aritmético y en las consecuencias que podría traernos la división en circunscripciones con un sólo representante (u opción). Un saludo

    Me gusta

  7. Vale, creo que ahora entiendo mejor lo que estabas diciendo, pero creo que estabas simplemente trasladando el modelo de elección de un diputado por distrito (en lugar de la elección de una lista de diputados como ahora) al sistema proporcional (se cuenta el porcentaje de votos obtenidos por los partidos) y esto es lo que no encajaba, porque el modelo de la RC rechaza el sistema proporcional, sea como sea (listas abiertas o cerradas, da igual).

    Me gusta

  8. Está claro: en el comentario 12 dice que el modelo de la RC rechaza el sistema proporcional. Y si no le da igual el hecho de que la minoría imponga sus opciones sobre la mayoría… ¿cómo es que defiende este sistema de representación? ¿O es que no está claro que así puede suceder?

    Me gusta

    1. Ya entiendo exactamente cuál es tu duda, y es que crees que el sistema proporcional es la mejor posibilidad para que la opinión mayoritaria sea hecha realidad en contra de la minoritaria. Y que lo único que debemos hacer es asegurar que esto es así, en contra de lo actual donde la opinión mayoritaria arde en la hoguera de la traición después de las elecciones.

      Te explico entonces por qué la RC rechaza el sistema proporcional y cuál es su alternativa. Sistema proporcional lo que significa no es la representación de la opinión mayoritaria, sino el reparto del poder político entre una serie de grupos o partidos. Mientras que en una democracia, el poder debe tenerlo toda la sociedad civil, que garantiza así el estar representada, en el sistema proporcional el poder lo ostenta por completo el partido que sale elegido, da igual de qué ideología sea, progresista o conservador, demócrata o republicano, tory o whig, etc. El sistema proporcional garantiza el totalitarismo y la impunidad repartida entre unos cuantos partidos, y justifica que su poder y sus decisiones no estén controladas por la sociedad civil. Es por eso que el sistema proporcional solamente requiere de la sociedad un voto cada 4 años, y ahí se acabó toda la ‘democracia’. La única manera de que haya un control genuino del poder y una verdadera representatividad del pueblo, es acabar con el sistema proporcional que tiraniza a ese pueblo (recordemos que importantes dictadores han triunfado gracias al sistema proporcional) para crear la Asamblea de diputados elegidos por mayoría, de manera uninominal y también ‘a doble vuelta’ (esto no acabo de entenderlo, tengo que informarme al respecto, creo que es como en Francia) que sean revocables y que no tengan otro interés (véase, partidista o que sea presionado por grupos financieros etc) que el de defender los intereses de su distrito, y NO de toda la nación. El interés de la nación nacería mediante la fusión de intereses de cada distrito.

      En resumen la RC lo que quiere es conectar el poder político con toda la nación, y no con grupos elitistas llamados partidos, que se repartan el poder del Estado. Los partidos políticos no hay que prohibirlos, son necesarios para la reunión y el debate de ideas, para la lucha social, etc, pero no deberían según la RC ser una parte del Estado. Por tanto nada de elegir a esos partidos para que dominen el Estado. Esa es la diferencia, en el modelo proporcional los partidos se reparten el poder, el partido ganador tiene más peso que los ‘perdedores’, más representación, más privilegios. Utilizan la propaganda, la corrupción y la amistad estrecha con grupos financieros para mantenerse en el poder, y muy poco les importa la opinión de los ciudadanos. Tienen a la policía para reprimirles y los medios de comunicación para manipular sus mentes e ideas en su favor.

      Con la RC, el ciudadano tiene un control directo sobre los diputados que elige, los tres poderes están separados de forma que el ejecutivo se limita a engrasar la maquinaria que hace posible el estricto cumplimiento de las leyes. Leyes que se redactan y establecen en base a la voluntad de la gente, estando igualmente representado cada distrito sin distinciones, sin proporcionalidad de poder, de manera equitativa y directa. Esto es posible y de hecho muy fácil de hacer comprender a la gente.

      Me gusta

  9. Una cosa es la representación y otra, muy distinta, el control que se pueda ejercer sobre el representante. Tan distintas como que el sistema que propones no garantiza, por sí mismo, el control sobre el representante. Harían falta una serie de mecanismos políticos y jurídicos para poder controlarlo. En nuestro sistema, la imposibilidad de control viene dada por el art. 67.2 de la Constitución: «los miembros de las Cortes Generales no estarán ligados por mandato imperativo». Este simple mandato es el que imposibilita el control del elector/mandante sobre el representante/mandatario. Por eso, todo lo que cuentas sobre un sistema en el que una minoría podría imponerse sobre una mayoría, argumentando que así se garantizaría el control sobre el político elegido, me parece… absurdo. El sistema proporcional es el que garantiza que la voz de la mayoría es la que más peso específico debe tener en el asunto público (hacer leyes o nombrar al encargado de ejecutarlas). El que nuestro sistema esté pervertido no es porque sea proporcional, sino, en primer lugar, porque no existe división de poderes: se elige a los miembros del legislativo, éstos eligen al jefe del ejecutivo y, entre todos, eligen a los miembros del TC y del CGPJ y, éste último, elige a los miembros del TS (su presidente es también el presidente del TS). Ahí es dónde empieza el fallo, y en la prohibición constitucional de ligar a los parlamentarios con su programa. A partir de ahí, pueden prometer lo que quieran, que no están obligados a cumplir. Culpar de ello al sistema de elección de los representantes no me parece acertado. Lo de la doble vuelta es simple: se trata de dejar a 2 candidatos en la 2ª, eliminando al resto, con el objeto de que puede haber electores que prefieran, ya que el suyo no va a ser elegido, al representante que menos votos obtuvo en la 1ª vuelta, con lo que podría ser el ganador. Sigue sin afectar al modelo que te expuse al principio: al final, 2 candidatos o 2 opciones (dicho de otra manera, podría ser un incentivo para mantener el bipartidismo, aunque fuera sólo el ideológico)

    Me gusta

  10. Nicolás, creo que en verdad no estamos hablando de lo mismo, porque lo que planteas es muy diferente de lo que estoy planteando, por ejemplo, yo nunca he dicho que en el modelo de República Constitucional ‘una minoría pueda imponerse sobre una mayoría’ y es que eso es exactamente lo que sucede con el sistema proporcional, que una opinión o ideología a fin de cuentas, tiene peso sobre otras ideologías que tienen una proporción inferior de los votos, aunque se diga mayoritaria erróneamente. Y es que si juntamos los votos de todos los partidos y los oponemos a los del PP obtenemos como decías un 44%, frente a un 64% de votantes sin representación en la toma de decisiones. Dejaremos fuera a los abstencionistas, ya que sé que piensas que hay que ir a votar, aunque en mi entender estos son muy importantes y en una democracia, el poder debería residir en el pueblo vaya o no vaya a votar una vez cada 4 años ¡a un partido sobre el que no puede ejercer ninguna influencia!. Si contáramos a los abstencionistas, creo recordar que el PP solamente representaría a un 24% de la población, aproximadamente. Dictaduras totalitarias de partido único han tenido mucho más apoyo social. Hoy por hoy con el sistema proporcional, solamente una minoría podría considerarse representada, pero realmente no lo están, porque el PP ha quemado su programa original como si fuera un simple embalaje de un solo uso. Obtenemos que hoy en España, no existe ningún tipo de representación de la sociedad en el poder político.

    Entonces, creo que no has entendido lo que propone la RC porque no coincide con que una minoría tenga el poder. Intentaré explicarte las diferencias elemento por elemento, también intentando no repetir las cosas que dije antes:

    – Sistema proporcional: En este modelo, se produce un reparto del poder político entre partidos. La alternativa no es otra que la elección por mayorías de un diputado por distrito, como ya se ha dicho, pero cada uno de los diputados (en España unos 350 aproximadamente) deben tener la misma participación en la promulgación de leyes y en las comisiones que controlen el ejecutivo entre otras funciones de la Cámara, ¡NO EXISTE NINGUNA PROPORCIONALIDAD ENTRE ELLOS! Cada uno pertenece a su distrito ¡independientemente del partido u organización en la que esté! En todo caso, puestos a hablar en fracciones, cada uno de ellos tendría 1/350 de la participación, y todos la misma.

    – Mandato imperativo: esto habrá que recuperarlo cuando hagamos una República Constitucional 😉 Los diputados tendrán que seguir lo que han propuesto y actuar según los intereses de los electores. Su voluntad subjetiva, o la disciplina del partido, no cuenten para nada en sus decisiones políticas. Si no cumplen adecuadamente su función, pueden ser revocados y sustituidos por un suplente que trabaja en el ayuntamiento del distrito cumpliendo funciones con la finalidad de recoger la voluntad de sus habitantes.

    Sí que relaciono al sistema proporcional tanto con la no separación de poderes como la no existencia del mandato imperativo. Y es que tú entiendes que el sistema proporcional es que triunfa la opinión mayoritaria, y esto es falso, es un reparto del poder, si el PP actual es tan prueba de ello como el anterior PSOE, ¡cualquier legislatura ha sido un ejemplo de la nula representatividad del pueblo! Para que toda la sociedad esté representada, es forzoso acabar con el sistema proporcional, pues son cosas que se contradicen una a la otra. Nosotros podemos controlar el poder si hacemos lo arriba dicho (elegir diputados revocables con mandato imperativo etc) y incluso erigirnos en el poder, actuando localmente en nuestros propios distritos. Por cierto habría que hacer la división en distritos de unas 100.000 personas, según este modelo. ¿Que control del poder político tiene la sociedad civil en el sistema proporcional? Ninguno, imposible por lo dicho, en vez de tener la sociedad el poder, lo tienen, según una proporción, los partidos elegidos.

    Un saludo camarada!

    Me gusta

  11. Venga, sin partidos. Dos candidatos a la presidencia del Ejecutivo. Pepito y Juanito son los que han quedado para la 2ª vuelta en todas las circunscripciones. El 74,86% de la población vota a Pepito (26.199.824 millones de electores) y el 25,14% restante a Juanito (8.800.176 millones). Creo que todo el mundo estará de acuerdo en que el Presidente del Gobierno debería ser Pepito, quizá me equivoque. Pero, cosas de la vida, el voto está tan mal repartido que nos vamos al caso extremo (poco probable, estoy de acuerdo, pero POSIBLE) y resulta que está repartido a razón de 50.001 votantes en 176 distritos y ninguno en los 174 restantes. Está claro que en estos últimos ha ganado Pepito por 100.000 votos a 0. Pero, en los 176 en que sí ha obtenido votos Juanito, ha ganado (por 50.001 a 49.999, pero ha ganado) con lo que obtiene 176 representantes (compromisarios, creo que se llaman en EEUU). Por lo tanto, reunidos los 350 representantes (o compromisarios), Juanito ganaría por 176 a 174… pero ganaría, consiguiendo la presidencia del Gobierno de la nación.
    Bien, pues de la misma manera funciona para los representantes del legislativo, tanto si los agrupamos en partidos o en opciones con respecto a determinados asuntos que a todos interesan. Y este sistema, además, no garantiza de por sí el control sobre el representante: habría que crear instrumentos legales para ello (mandato imperativo con respecto al programa, publicidad de las sesiones para comprobar lo que ha votado, revocabilidad en caso de que no haya cumplido…) EXACTAMENTE IGUAL QUE EN CUALQUIER SISTEMA.
    Y, aunque nos salgamos del asunto principal pero ya que lo mencionas, lo que garantiza la separación de poderes es que haya elecciones independientes a cada uno de ellos (aunque luego los votantes elijan al mismo, pero eso ya es problema suyo). En nuestro sistema no la hay porque sólo elegimos al legislativo, éste elige al ejecutivo y, entre los dos, eligen al judicial (al CGPJ, y el presidente de este órgano lo es también del TS y es el pleno del CGPJ el que elige a los demás miembros del TS) y al TC.
    Salud

    Me gusta

  12. Lamento decirte que tus números no son convincentes. No porque las conclusiones que sacas a partir de ellos sean falsas es decir, el cálculo que has hecho está bien, pero no coincide con la realidad de la República Constitucional. El objetivo de dividir por distritos de 100.000 donde se elige a un solo diputado sirve precisamente para evitar esa desproporcionalidad de la que hablas. Porque es relativamente más fácil que un diputado represente el conjunto de intereses de esas personas que no que un partido político represente los intereses de toda una nación. Para entender eso hay que saber a qué se refiere el libro de Trevijano con ‘mónada republicana’ y es aquello que debe ser representado porque contiene al conjunto de las fuerzas sociales de un país, eso sí en distinta proporción en cada distrito. Un número menor de 100.000 no albergaría ese conjunto, esa pluralidad que todo país contiene. Un número mayor hace difícil la representación objetiva y común de tod@s. Es por ello que el diputado de distrito representa por entero a sus 100.000 electores, y no solo a la mitad de ellos como propones. Para cada problema o interés del distrito, el diputado sabe lo que hacer porque está en contacto con las opiniones de sus electores. Estos pueden tener, evidentemente, criterios diferentes respecto a algunos temas. Pero al final, son los agricultores quienes saben lo mejor para ellos, los pescadores, los trabajadores de la industria, los electricistas, comerciantes, profesores, médicos, en fin todo el mundo conoce, pese a haber como es natural diferencias de opinión, lo que es más conveniente. La proximidad y cercanía de los habitantes del distrito hace posible el acuerdo. Los temas que conciernen a colectivos específicos dentro del distrito, y no a los 100.000, lo hacen aún más plausible. Todos coincidiríamos en los problemas básicos.

    Esto me hace pensar en el ejemplo de Marinaleda. Está claro que ahí hay o hubo intereses contrapuestos entre los nobles terratenientes y los campesinos, por poner un ejemplo. Sin embargo, si hubiera democracia en cuanto al devenir de Marinaleda, está claro que ganaría el interés de los campesinos y trabajadores, aplastando a los intereses de la minoría. Ganaría sin duda el partido de Gordillo. Ahora imaginemos que Gordillo pudiese presentarse como diputado por Marinaleda. ¿No conoce este hombre los intereses de su distrito?

    En fin, para terminar te recuerdo que el diputado no es alguien que manda y ordena, sino alguien que escucha y obedece a sus electores.

    Me gusta

  13. Y que va al cuerpo legislativo del país a hacer proposiciones de ley y a votar leyes de obligado cumplimiento para TODA LA NACIÓN (leyes civiles, penales, tributarias…) por lo que esa unidad artificial que pretendes crear NO puede ser un compartimento estanco sin interactuar con el exterior. Por lo tanto, si a todo el país afecta lo que un diputado presente o vote en las Cortes, este órgano representa a TODA LA NACIÓN, independientemente de los intereses del terruño de cada uno de sus miembros. Y si representa a TODA LA NACIÓN, es la opinión mayoritaria de ésta la que debe estar representada MAYORITARIAMENTE en el Parlamento (si estamos hablando de una democracia, claro, si estamos hablando de otra cosa, me callo). Y un sistema de elecciones que permita que una MAYORÍA de electores esté representada MINORITARIAMENTE en dicha Cámara NO ES REPRESENTATIVO, porque ha falseado la voluntad de la sociedad.
    Por lo tanto, sigue valiendo mi anterior comentario.

    Me gusta

    1. Lo primero que dices no es verdad (actualmente sí lo es, hablo del modelo de RC) porque cada diputado defiende lo que interesa a su ‘terruño’ como le dices, no representa a toda la nación, que es muy difícil que la represente un solo hombre o mujer. La opinión mayoritaria de la nación, será la opinión que predomine o impere en la mayor parte de los distritos. Vamos, prefiero mil veces este modelo al de la partidocracia, en el que son unos cuantos partidos votados (que no elegidos) los que se reparten todo el poder. Aunque hubiera como tú también propones separación de poderes y mandato imperativo, escoger entre partidos políticos no sería representativo de ninguna manera, puesto que ellos seguirían igualmente decidiendo y mandando, no así los electores. Por eso los partidos no deben mandar como tales, no deberían presentarse a las elecciones, porque eso hace que los diputados representen intereses partidistas y no sociales. No obstante, son importantes para la acción política dentro de la sociedad, para reunirse y debatir temas sociales, para hacer nuevas propuestas, etc.

      Joder, si es que es evidente que hoy no se puede decidir absolutamente nada, cuantos más temas pienso que podrían ser sometidos a elección democrática más ganas tengo de salir a defender la República Constitucional, un modelo que no siendo perfecto pero tampoco utópico, permite que los ciudadanos escojan absolutamente todo lo que les afecta y el funcionamiento de su país.

      Me gusta

  14. Añado: como dije en mi primer comentario (el 6), si nuestro problema es que el PP con el 44% de los votos que computan ha sacado el 53% de diputados, el problema se arregla con una CIRCUNSCRIPCIÓN ÚNICA Y SIN SUELOS ELECTORALES. Luego, el sistema de recuento puede distorsionar algo la representación, pero lo haría mínimamente. Si nos ponemos escrupulosos sobre esto, el sistema proporcional de resto mayor es el que garantiza resultados más acordes. Poco importa si, por ejemplo, salen los 350 de Salamanca. Hacen leyes para todos y que no se limitan a su demarcación. Además, si salieran los 350 de allí o de otro sitio, es porque el votante de Almería, de Teruel… así lo han decidido.
    Y, ya que antes no vi el vídeo, ahora que veo su título, te vuelvo a decir que lo que garantiza el control de un político electo son las leyes ad hoc que se hagan sin importar el sistema. Para empezar, como sabes, nuestra Constitución prohíbe el mandato imperativo, ésa es la primera que habría que cambiar por la de que obligue a ello. Si no prohíbes las votaciones secretas en las Cámaras, se te podrían escapar por ahí (cuando no pensaran cumplir el programa declararían la votación como secreta y no sabríamos qué ha votado cada uno) y si no se publica lo que ha votado cada uno, ¿como demuestras que cierto candidato ha incumplido? Y, por último, que el incumplimiento tenga consecuencias (impugnación de la votación, revocación del candidato, responsabilidad penal y/o civil…). Pero, como te digo, esto puede hacerse o dejarse de hacer en cualquier sistema.
    La división territorial a efectos electorales (o a cualquier otro) no te garantiza, por sí misma, nada en absoluto.

    Me gusta

    1. Vale, tenemos diferente opinión. No importa pero, al menos que sepas que el modelo que he defendido aquí te da la posibilidad de elegir 1) Qué modelo político deseas 2) Te da participación en el contenido de una Constitución donde puedes incluir todas esas garantías y leyes modificadas que propones. Eso se llama libertad constituyente. Nunca lo lograrás con los partidos en el modelo actual. Dejémoslo ahí. Un saludo!

      Me gusta

  15. Acabo de reparar en algo que dices, que los diputados, en el modelo que defiendes, no representan a la nación. Entonces, si quisiéramos hacer una reforma de la ley penal… ¿quién se encargaría de eso?

    Me gusta

    1. Lo votarían los diputados de cada distrito, cada uno defendiendo el interés del distrito. Luego el Consejo de Legislación, elegido por los diputados mismos, tendría potestad, al representar al conjunto de la nación, para aprobarla y darle ‘vis coactiva’.

      Me gusta

  16. Es decir, convertirla en Ley. Sin debatir, es decir, tal cual (como hace ahora nuestro TC). Sigue siento una ley para todos, debatida y aprobada por los representantes de todos, que curiosamente, al defender cada uno su parcela, posibilita que una minoría pueda imponer su voluntad a una mayoría.
    Y lo que dices antes, tanto el modelo que defiendes como cualquier otro que altere el vigente, sólo pueden venir tras una grave crisis política. Todavía está por ver que no vuelvan a salir PP y PSOE con mayoría absoluta, lo que querría decir que estamos lejos todavía de esa crisis (porque, en política, la realidad percibida es casi tan importante como la realidad que existe).

    Me gusta

    1. Repetir el mantra no lo hace verdad, pues ya te he explicado y ni siquiera te has parado a pensarlo, por qué tus números no son aplicables. Te lo vuelvo a resumir: es fácil que el diputado, representando solamente a unos 100.000 habitantes, represente de verdad los intereses de todos ellos y no solo de la mitad o de una parte. Y si es difícil bien, para eso se necesita gente con habilidades, con buen conocimiento de su localidad. Yo desde luego, defiendo la abstención ante la injusticia de un sistema de reparto del poder entre partidos políticos, donde es absolutamente imposible decidir NADA. Donde solo es posible la participación política dentro de los partidos estatales, y incluso dentro de ellos existe una jerarquía autoritaria y solo se asciende por obediencia, lacayunidad y corrupción (partidos de izquierda entre comillas y solo de nombre no se libran de eso, y serían mucho más corruptos si fuesen mucho más votados por el simple motivo de que tendrían más poder en sus manos). Un saludo!

      Me gusta

  17. Entonces, vamos a hacer una reforma de la ley tributaria aumentando el irpf a los que ganen más de 50.000 €. Pero, como resulta que están todos en circunscripciones muy concretas (las más industriales, turísticas, mejor comunicadas… lo que sea) tal y como expliqué en comentarios anteriores. Pero, como resulta que los «distritos» (completamente artificiales, no se te olvide: creados con el único propósito de establecer circunscripciones iguales en cuanto al número de electores, pero también, al igual que el geográfico, se podría aplicar el criterio de las iniciales de los apellidos, que daría lo mismo) son estancos, se permite que una minoría (como ha quedado demostrado que puede pasar) imponga su voluntad a la mayoría, con lo que la ley proyectada no saldría. Bien, ya veo cómo los diputados representan a «todos» los habitantes de su demarcación y, sobre todo, a toda la nación. Qué quieres que te diga, sino que dejando aparte todo lo demás (control sobre los diputados) prefiero el sistema actual. Las diferencias sociales, territoriales o de cualquier otra índole están mucho mejor representadas. Un sistema en el que una minoría puede dominar a la mayoría ya es, de por sí, poco compatible con el concepto de «democracia». Quizá, por eso, lo llaman «democracia formal», porque lo es sólo en la forma, no en el fondo.

    Me gusta

    1. Ok, sin embargo tú no dices por qué el sistema actual representa mejor a los ciudadanos!

      Lo llaman democracia formal porque una cosa son los fundamentos teóricos de la democracia, y otra sus resultados. El fundamento básico es la libertad colectiva, los resultados pueden ser completamente diferentes gracias a que la gente tiene posibilidad de participar en la toma de decisiones, es lo que se llama democracia material, la cual hay que dejar solamente al pueblo, es algo sobre lo que no hay nada escrito.

      Me gusta

  18. Ya se ve qué posibilidad de participar en la toma de decisiones se tendría con ese sistema. El individuo que mantenga una opinión mayoritaria o esta mayoría como colectivo, no tienen ninguna garantía de que sus expectativas se cumplan. Imagínate que algo más de la mitad de la población de Cataluña, País Vasco, Galicia, Valencia y Andalucía quisieran un Estado federal (y que, para esta ley, baste con una mayoría simple) y que los ciudadanos que así lo desean, están distribuidos homogéneamente en sus respectivos territorios. Tendrías a la cuarta parte de los electores imponiendo el modelo territorial que desean al resto, un 75% de los españoles. Ahora dime qué libertad, ni individual ni colectiva, es ésa.

    Me gusta

  19. Hablando sólo de la representatividad (el mandato imperativo y cómo hacerlo efectivo y la división de poderes son otro tema, como ya te he explicado), sin duda, la circunscripción electoral única (sin suelos, claro), pero tiene un problema: la sobreabundancia de información para el elector (imagínate que se presentaran 1500 candidatos para los 350 puestos, ahora léete 1500 programas y, en eso estamos de acuerdo, si se presentan sólo partidos, ya sabemos que hay que atarlos bien corto).
    El que tenemos ahora falla por 2 lados: la falta de proporcionalidad y los suelos electorales. Como ejemplo, Barcelona tiene aproximadamente 10 veces más población que Ciudad Real y, sin embargo, la primera aporta 31 diputados y la segunda 5. Le añadimos los suelos y tenemos que CiU, con un millón de votos, sacó 16 escaños, mientras que IU, con casi 1.700.000, sacó 11. Y Amaiur, con sólo 333.000, sacó 7 mientras que UPyD, con 1.140.000, sacó sólo 5. Esto es lo que hay que corregir, pero para mejor, no para empeorarlo.

    Me gusta

    1. No veo dónde es más representativo lo que propones que el modelo de República Constitucional (la verdad es que no termino de entender la diferencia con el actual). O sea que tú lo que quieres es simplemente que la representación de los partidos se ajuste más exactamente a la proporción de votos obtenidos, y que los diputados se correspondan con el mismo número de habitantes en uno y otro lugar.

      Eso no resuelve el principal problema y es que si a la gente se le dice que vote entre una serie de partidos políticos, y lo que cuenta al final es la proporción de votos obtenidas (muy ajustada gracias a tus medidas) nos olvidamos de que solo estarán representados aquellos que hayan votado por el partido mayoritario, quedando relegados los que han votado a otros partidos. Las circunscripciones donde un determinado partido distinto del ganador haya sido el más votado, se quedarán sin ninguna representación, cosa que no pasa en el modelo de RC. Pero además, los diputados se rigen por la línea de pensamiento de su partido, lo que hace que no sean independientes, y que no representen a sus electores. Aunque hubiera mandato imperativo, como defiendes, el diputado no va a votar independientemente según lo que a sus electores interesa, sino que votará conjuntamente con los de su mismo partido! Tú dirás que los electores sabían lo que ese partido iba a hacer, pero eso resta una tremenda independencia a todo el proceso. Vayamos a votar esa subida del IRPF que mencionabas. No hace falta en realidad votar: es la decisión jerárquica del partido ganador la que va a triunfar. En realidad, todo está ya escrito en el programa, no hace falta nada más. Un programa que es global para todo el partido, y que no se corresponde por fuerza con las necesidades de cada circunscripción electoral (puesto que cada circunscripción o distrito requeriría un programa diferente, por tanto, no partidista y no coincidente con el de otras).

      Me gusta

  20. A ver, el sistema vale tanto para que compitan partidos o personas individuales (obviamente, éstas tendrían que atenerse al modelo de listas abiertas). Y, eso es lo que digo, que la representación tiene que corresponderse con los votos emitidos a cada opción. Eso significa que si hay un 63% de ciudadanos que eligen una opción determinada (partido, persona, postura ante una ley o tema de interés general), debe haber un 63% de representantes de éstos (o, ya que no vamos a dividir a un diputado en trozos, lo más aproximado posible). Esto se basa en un principio muy simple: una persona, un voto. Se puede discutir sobre este principio, pero siempre he creído que de hacerlo algún día, sería sobre la diferente calidad humana, técnica… que nos diferencia a los seres humanos, nunca adiviné que lo estaría haciendo por un criterio de división de la sociedad en compartimentos estancos. Así, pues, aceptando como tópico el que una persona vale un voto (si no estás de acuerdo con este principio, dilo y concretamos antes) entiendo que un 52% de una comunidad es una mayoría y que tiene ciertos derechos que no tiene el 48% restante (ojo, sin malinterpretar, aquí hay límites y muy estrictos). Así, el sistema que más se aproxime a esto será, para mí, el mejor (y, como te he dicho, el ideal sería el de circunscripción única, aunque tendría otros problemas).
    Dices: «Las circunscripciones donde un determinado partido distinto del ganador haya sido el más votado, se quedarán sin ninguna representación, cosa que no pasa en el modelo de RC». Precisamente, es ahí donde pasa, ya que el segundo en un distrito de los vuestros no contaría para nada. En cambio, en la división por provincias (no digamos ya sin división), el ejemplo de Ciudad Real es claro: 390.000 electores para 5 escaños. Ya que tocan a 78.000 votos por diputado, está claro que si el segundo saca, por ejemplo, 20.000 se quede sin ninguno. Pero, en cuanto saque por encima de 63.000, ya tiene alguno (aplicando la ley d’Hont, con la del resto mayor lo tendría a partir de 40.000). Y si con este método, el segundo no obtiene representación, está claro que la ciudadanía no se la ha concedido.
    Por otra parte, si hablamos de candidatos individuales, el sistema de listas abiertas es más simple: el que más haya sacado ocupa el primer escaño, el segundo… ya sabes cuál, y así sucesivamente. Y no mezcles el tema del escrutinio con el de los partidos. Son temas distintos.

    Me gusta

    1. Veo una clara diferencia, quizás la principal, entre tu modelo proporcional (pues no deja de serlo) y la RC, y es que lo que tú llamas ‘opciones’ son en realidad BLOQUES de propuestas reunidas en un programa, mientras que en la RC se escogen diputados que llevan un programa exclusivo de su distrito, y las leyes se hacen una a una y no en BLOQUE y con un resultado ya conocido antes de las elecciones. Es decir aunque un partido gane y cumple con su programa original íntegramente, esto no sería representativo del pueblo que lo ha votado, ¿sabes por qué? porque no es posible que las personas que han votado a ese programa estén de acuerdo al 100% con todo el bloque. Si en cambio, las leyes o iniciativas se votasen una por una después de las elecciones, mediante voto por diputados que tienen un programa exclusivo de su distrito, es ahí cuando la mayoría realmente tiene voz para cada una en particular. Pero olvidas además que si los partidos se presentan con un programa electoral estrictamente aplicable, una vez han ganado ya no hay política, ya no cumplen nada excepto una función ejecutiva, ya está todo decidido. La única decisión legislativa sería la elección cada 4 años de un programa electoral que no está hecho por el pueblo sino por un partido concreto, y en toda la legislatura según tu modelo, no debería haber ni un solo cambio, porque el mandato imperativo debe ser ley y hay garantías que lo impiden.

      En la RC los diputados hacen programas de acuerdo con los intereses y deseos de sus 100.000 electores, y en la Asamblea votan las leyes cada uno independientemente. En tu modelo, los diputados obedecen a la voz de su amo, su partido u organización, con el que están comprometidos. Este compromiso no es con la gente que los ha votado. Además, el partido que saque la mayoría será el bloque triunfador, mientras que los que votaron a otros no habrán tenido ningún tipo de papel en la política salvo haber participado en el juego de ‘aver quién gana’ de las elecciones.

      Me gusta

  21. Pero, lo que determina ese bloque es el espacio temporal. En cualquier sistema (sí, incluido el que defiendes) si te presentas a unas elecciones para los 4 años siguientes, tienes que llevar un «bloque» de las cosas que prometes hacer y, un votante dado, rara vez estará de acuerdo con todo el paquete. La única manera de que esto no sea así es acortando el período entre elecciones y, si lo llevamos al extremo, a cada ley a promulgar o a reformar, habría que organizar unas elecciones. Ya puestos, sin representantes, como en la república romana, cuando el cónsul pedía al comicio que aprobara la lex rogata.

    Me gusta

  22. No caballero, otra forma de que eso no sea así es que el programa lo lleve un diputado que se haya reunido y haya acogido las peticiones de los 100.000 habitantes de su distrito, y que luego sea capaz de llevarlas a la Asamblea y participar en las decisiones en base a ellas. De esta manera, el programa de toda la nación no está ya decidido desde el principio, sino que se hace independientemente para cada tema o cuestión que se plantee. Si los programas están hechos por el candidato o por el partido sin que el pueblo haya participado en él, no hay democracia, aunque al pueblo se le de a elegir entre uno u otro programa. Si el programa está hecho en base a peticiones, demandas, necesidades, deseos y resultados de asambleas populares, entonces sí hay democracia. Además, en la RC no habría elecciones cada 4 años, el proceso legislativo sería de una actividad constante y la posibilidad de cambiar un diputado por otro, tampoco se daría en intervalos de tiempo de 4 años sino continuamente.

    No se puede olvidar que el hecho de que el pueblo no participe en la redacción misma de los distintos programas, ni directa ni indirectamente (solo tiene poder para ratificarlos) significa que el auténtico poder político no reside en el pueblo, sino que se lo repartirán los partidos políticos. Es por ello que la partidocracia es por definición autoritaria. Es la élite de los partidos quien toma las decisiones políticas, nunca el pueblo, ni directamente (como en la RC) ni indirectamente (pues no participa en los programas, solo en su ratificación). La no separación de poderes está unida a la partidocracia, aunque en teoría son dos cosas diferentes como bien has remarcado, ambas se necesitan y están engarzadas. El sistema proporcional en su conjunto, es un reparto de poder que excluye a la gente, por definición antidemocrático. Cuando los partidos compiten por conseguir votos (y disponen para ello de toda la propaganda, financiada por la Banca y los intereses corporativos, aunque te parezca muy mal es difícil evitarlo en un sistema partidocrático) se disputan la cuota que ellos van a tener en la actuación política de toda una nación. Según tu modelo, ¿dónde participa el pueblo?

    La participación de la gente tiene que ser constante y no solo ratificadora de programas 1 vez cada 4 años. Me parece que tu modelo no va más allá de eso, mientras que la RC propone una verdadera y profunda democracia, eso sí, representativa (no como en Atenas donde se reunían en el Ágora unas 7.000 personas y votaban todas).

    Me gusta

  23. Y están de acuerdo los 100.000. Claro, hombre. Ningún problema. Y, si ya que están todos de acuerdo… ¿para qué votar? Sólo falta que suenen los violines.
    El candidato (o el partido, insisto) confecciona el programa en función de las demandas sociales. Y el pueblo (mejor dicho, cada individuo que lo compone) decide si son las apropiadas o no, y lo demuestra con su elección en las urnas.
    El problema, en el sistema actual, es la famosa frase de Quevedo: «nadie promete tanto como el que no piensa cumplir». De ahí que yo quiera cambiar eso. Pero no hacia tu propuesta, que ya te he demostrado que, incluso en el caso de que todo saliera de perlas, no tiene por qué haber correspondencia entre el sentir de la sociedad y la propuesta que finalmente triunfe.

    Me gusta

    1. Aunque ninguna correspondencia puede ser equivalente a la totalidad, aunque ninguna política pueda contentar en todo a tod@s, menos lo puede hacer un programa no elegido y únicamente ratificado, con un partido político cuyo poder no está controlado, donde la acción política realmente no existe, que un sistema como el que propone la RC, que es la que incluye una mayor participación del pueblo en los asuntos sociales que cualquier otro modelo, desde luego supera y mucho a la partidocracia. Y creo que no podrás cambiar la realidad de la certera frase de Quevedo si no aspiras a cambiar otra cosa que el ajuste entre votos y número de representantes. Es el modelo de la oligarquía de partidos, su apoyo al pueblo no es más que puro marketing, engaño, fraude. ¿Por qué querer hacer más bonito o parecer más justo a semejante teatro, en el que cree alguno de sus actores incluso? ¿Para engañar más al pueblo español?

      Me gusta

  24. Exacto, ni siquiera consensuando las propuestas, ya que la mayoría de ellos habrían transigido en algunos puntos a cambio de que otros aceptaran los suyos, con lo que, en realidad y casi siempre, sólo una minoría obtiene un alto grado de satisfacción.
    Y dado que tu sistema no resuelve el problema, volvemos al principio: es peor que el actual porque permite que una minoría pueda llegar a imponerse a la mayoría. Y esto sí que es grave, desde el punto de vista de la democrático, claro. Sólo puedes apelar a un argumento: que en ese sistema ideal el político va a estar controlado por el votante. Pero, ni sobre el papel ni en la realidad, eso no es inherente al sistema de elección, sino que necesita de mecanismos concretos.
    Karl Marx también diseñó un sistema político que no había existido hasta entonces. Y cuando se llevó a la práctica (dejando aparte los aspectos económicos y nos centramos sólo en el político) ni se imaginó que se convertiría en lo que nosotros conocemos como estalinismo. Esas sorpresas son las que te deparan los sistemas de diseño: que no puedes saber, a priori, por dónde te pueden salir.
    Este sistema de diseño que llamáis República Constitucional (lo que semánticamente sólo nos dice que la jefatura del Estado no es hereditaria y, por tanto, electiva y que tiene una Constitución como norma suprema) sin saber con qué puede salir sin estar en el guión, de entrada ya tiene los dos problemas examinados (la posible discordancia entre la voluntad social y la composición del órgano representativo y que el que pudiera convertirse en el poder más decisivo de los tres se deje en manos de una camarilla que, inevitablemente en el tiempo, se nombrarían unos a otros a cambios de favores y prebendas sin poder ser fiscalizados por nadie.
    Ah, y otro detalle que llama la atención, ya que habéis algunas personas muy empeñadas en que eso salga adelante, es que ni siquiera exhibís un borrador o proyecto de Constitución, para que las personas que estamos acostumbrados a pensar por nuestra cuenta podamos hacernos una idea cabal del valor jurídico y político de vuestra propuesta.

    Me gusta

    1. No se hace ningún borrador de una Constitución porque esta tendría que ser hecha mediante un periodo de libertad constituyente es decir donde decidiera el pueblo. Entonces, ¿cómo un grupo reducido va a redactar una Constitución? ¡Eso es lo que se hizo en la de 1978! En resumen, les importa un pimiento cómo sea la Constitución, solo quieren que sea el pueblo quien mediante sus representantes la redacte y legalice.

      Me gusta

  25. Un borrador con lo que realmente pretendéis. Por supuesto, si queréis una Constitución para todos, el borrador tendría que estar abierto a constantes reformas y revisiones. Un documento en el que plasméis el modelo político que queréis construir (vamos, el ideal según vuestra opinión).

    Me gusta

    1. Entonces te recomiendo que leas a Antonio García Trevijano, pues yo ahora estoy defendiendo las ideas que él transmite en su obra y no exactamente las mías propias, pero la verdad es que me parece un modelo muy interesante. Creo que aquí he dicho ya bastante, pero tienes muchas otras fuentes y mucho más completas. Seguro que te sirve de provecho. Un saludo, ha sido un buen debate!

      Me gusta

  26. Yo, por el contrario, sólo hablo con ideas propias. He leído de todo, desde Hitler a Bakunin, y no creo en los sistemas milagrosos (y menos si todavía no se han ensayado y comprobado de qué pie cojean, y si encima ya presentan fallos en la teoría, en la práctica no creo que vayan a menos). Está comprobado que el mundo no avanza por revolución, sino por evolución. Tener claro cuál es el siguiente pasito a dar, nada más. Todo lo que pretenda saltar sobre eso, puede caer al vacío.

    Me gusta

    1. Yo no he leído ni Hitler ni Bakunin, y estoy de acuerdo en parte con muchos autores que he leído (por ejemplo Kropotkin, o Trevijano) sin embargo, aquí te presento un modelo que no dice cómo debe ser las cosas, salvo con la condición de que el pueblo pueda participar en ese funcionamiento. Kropotkin por ejemplo dice: una vez conseguido el pan, el próximo objetivo debe ser el tiempo libre. Son dos cosas de estos autores con las que no puedo estar en desacuerdo.

      Me gusta

  27. Pero, ya te he dejado claro que no puedo estar de acuerdo con el modelo propuesto por esos 2 puntos que hemos comentado. Y con otro más: que los políticos elijan al órgano encargado de revisar la constitucionalidad de las leyes. Eso ya lo tenemos aquí, y vemos que el principal fallo del TC es su alto grado de politización.

    Me gusta

    1. Ok. No podemos llegar a un acuerdo y creo que es por dos motivos, primero porque no entiendo bien cómo propones que el pueblo participe en la política en tu modelo, y segundo porque esta no es una fuente completa que te permite comprender bien la Republica Constitucional.

      Me gusta

  28. En lo segundo estoy de acuerdo. En lo primero… es tan simple como parece, explicado en 2 puntos: 1) que el sistema electoral haga que el órgano representativo sea una réplica lo más exacta posible de lo que el pueblo ha decidido; y 2) mecanismos jurídicos de control que, como ya te he dicho, pueden resumirse en fases: a) legislativa: que vincule al político con su programa; b) publicidad: todo lo que voten tiene que ser público, so pena de nulidad de pleno derecho de lo votado; y c) judicial: impugnación ante jueces de las votaciones que no hayan seguido el programa y revocabilidad del político transgresor.

    Me gusta

  29. @Nicolás Cuadrado Hola de nuevo, después de la tregua sería interesante retomar el debate, en Twitter hemos dejado abierto un tema, donde yo te decía que el mandato imperativo (MI para abreviar) no es compatible con un sistema de partidocracia, ya que en un sistema proporcional y piramidal, el MI solamente puede ser al partido y no a los electores, por definición. Como sé que no estás de acuerdo, te invito a decirme cómo en un sistema como uno en el que el poder absoluto lo tiene un determinado partido político, puede existir la representación política directa y leal (mandato imperativo) a los electores, si cada uno de los diputados de lista de partido, pues eso, son leales al propio partido. Si la respuesta es que son los electores quienes han elegido a ese partido con sus votos, mi contestación sería que eso no es correcto por:

    – Los diputados no tienen ninguna independencia para decidir, al pertenecer a una organización jerárquica, donde se debe obedecer a una cúpula, los ‘altos cargos’ del Gobierno. En este sentido, daría igual qué diputados hubiera, bastaría con escoger a una sola persona para que todo lo decidiera. Los partidos como elementos de poder son por ello una completa farsa, un teatro, donde los diputados son puros títeres y están por debajo del interés general de su organización política.

    – Ahí queda en el aire una cosa: que los partidos ocupan el poder ejecutivo así como el legislativo, estando ambos fusionados. Por ello la separación de poderes no es compatible, pienso yo, con la partidocracia. Si el partido político solo tuviera el poder ejecutivo, no tendría soberanía ni sería democrático. Si solo ocupara el legislativo, sería un fraude democrático, un teatro con apariencia de libertad de elección, pero fraudulento a ojos de cualquiera, por lo dicho antes… Entonces, ¿tú cómo ves esta distribución de los poderes?

    – Por último, los partidos compiten unos contra otros para garantizar su permanencia en el poder. Es connatural a ellos la corrupción, ya que a un miembro de ese partido le puede convenir el proteger a otro de alguna ilegalidad cometida, el mentir para ganar votos, el controlar los medios de comunicación y dejarse sobornar por la Banca y lobbies, todo por culpa ni más ni menos que del sistema proporcional de poder, o Estado de partidos, y no una verdadera democracia, que en mi humilde opinión, lo que más cerca está de una democracia ideal es la RC. Otra cosa, es que hay otros modelos distintos a la democracia, la anarquía por ejemplo, el cual es en el fondo mi preferido pero creo que solo es aplicable en comunidades pequeñas.

    Al ser los diputados independientes de ningún partido, como propone la RC, al estar el poder legislativo libre de siglas partidistas que someterían a los allí elegidos con una mordaza, no hay competencia por el poder, todos comparten el mismo poder. No hay tampoco intereses de grupo, la independencia es solo con los electores, no con los diputados de la misma sigla ni con el presidente de turno. Así, legislativo y ejecutivo no tienen por qué provenir uno del otro.

    Me gusta

  30. Supongo que cuando dices «… no es compatible con un sistema de partidocracia…» quieres decir que no es compatible con un sistema de partidos, y que «… el MI solamente puede ser al partido y no a los electores…» te refieres a los candidatos. No importa, vamos a lo importante.

    Hemos quedado que en el sistema que defiendes, los partidos serían legales aunque no puedan concurrir a las elecciones como tales, sólo sus miembros a título personal, ¿no? Entonces, ¿qué impediría a los miembros de los partidos reunirse en sus sedes y decidir, a puerta cerrada, quiénes de ellos se presentarían a las candidaturas? Y, también a puerta cerrada, decidir los puntos de su programa electoral con los que cada uno de los candidatos, a título personal, se presentarían? Y ya que no pueden presentarse como tales asociaciones, ¿puede un candidato en campaña decir que pertenece a tal partido o eso le descalificaría? Porque, si puede decirlo, no hemos avanzado nada, seguimos como ahora y sólo hemos cambiado el sistema de escrutinio porque, de hecho, los partidos estarían concurriendo. Sí, ha cambiado que no son subvencionados por los PGE, pero para eso no hace falta cambiar el modo de recuento electoral, ni porque se cambie vaya automáticamente la expulsión de los partidos del Estado, hay que hacerlo aparte y eso se puede hacer en cualquier sistema.

    Y si el candidato no puede proclamar su ideología, aparte de estar vulnerando el derecho de expresión (reconocido internacionalmente y sobre el que no me extiendo porque supongo que estamos de acuerdo en que supondría ir hacia atrás, en vez de hacia adelante), tampoco habríamos avanzado tanto, ya que los partidos proclamarían su ideología y su adhesión a ciertos puntos programáticos que los electores identificarían fácilmente sin necesidad de ayuda o con muy poca, con lo que los partidos estarían presentes y lo único que los separaría de los lobbies sería el MI, pero nunca el hecho de que se hayan presentado como tales al poder.

    Si lo que los electores eligen es un programa, ¿qué más da quién se lo presente? De acuerdo que hoy día, sobre todo en España, estamos acostumbrados al hecho de que ciertos votantes sean fieles a ciertas siglas, pero eso lo único que les proporciona es la comodidad de no tener que leerse los programas (que, al no ser obligatorios una vez elegidos, tampoco tiene tanta importancia el leerlos o no): votan directamente a las siglas, sin cuestionarlas, y saben que están eligiendo la opción más afín a sus intereses o con la que se sienten más identificados (o así lo creen, pero es su derecho). En nuestro supuesto imaginario en el que el MI es una realidad, cualquiera que sea el sistema, ¿qué poder de presión podrían ejercer los poderes oscuros si el candidato tiene que cumplir fielmente el programa (individual o de partido, es lo mismo)? Si el político electo pudiera ser revocado, subiría mucho su precio para dejarse tentar, ya que sabría que sería la última decisión que tomaría antes de ser cesado. Si, además, la decisión adoptada pudiera ser impugnada e invalidada, dejada sin efecto (con el legislativo sería mucho más fácil, ya que las leyes que aprobaran faltando al programa nunca entrarían en vigor), ¿qué interés iba a tener un banquero, constructor, farmacéutico, etc. en dar dinero a un político que no iba a poder satisfacer sus deseos? Como puedes ver, una y mil veces, el obstáculo sigue siendo el MI, no los partidos. Imagínatelo al contrario: no tenemos partidos ni MI… ¿no se podrían sobornar los políticos individuales igual que ahora? Si tu respuesta es positiva, la conclusión lógica sólo puede ser una.

    Por otra parte, incluso en el caso de que no se presenten, las personas tienden naturalmente a agruparse en grupos opuestos: conservadores/progresistas, religiosos/ateos, unionistas/separatistas, y en tantos pares como se quiera imaginar. Con partidos y sin ellos, si hay una mayoría clara en alguna de estas dicotomías se impondrá en todos los sectores en que concurran (los 3 poderes, TC, y cualquier otro órgano creado o por crear). Y una vez identificados como afines a una determinada ideología las mayorías de las distintas instituciones, van a dar los mismos problemas con la presencia c ausencia de partidos. La diferencia sería que, con MI y separación de poderes, el primero limitaría enormemente los posibles desmanes y el segundo ofrecería una esperanza de pronta caducidad de esa situación.

    Me gusta

  31. Bueno, me alegro de una cosa y es que has sacado puntos que son del modelo planteado por la República Constitucional, dejando de lado el sistema proporcional, todo esto que planteas sí que forma parte de ello, pero está más que resuelto por los que han estudiado profundamente este tema.

    Veamos, para empezar los diputados pueden perfectamente decir que son de un cierto partido político, es más, la libertad para ello tiene que ser completa y es ser honesto el no presentarse como candidato con unas intenciones que no son las proclamadas. Saber todo lo posible del candidato es muy bueno y necesario para la democracia. La diferencia es que aunque seas de un partido, eres completamente independiente de él en tus decisiones como elegido a la Asamblea, solamente serías leal a los electores, el cómo ya lo hemos discutido (no solo con un programa electoral fijo y estanco, sino con la permanente comunicación con el electorado) y digo más, el hecho de ser de un partido puede ser uno de los factores que te hagan ser elegido, quién sabe las circunstancias o las preferencias de la gente. Tal vez si eres de un partido político que ha hecho un gran bien por el pueblo (no desde el gobierno, claro, sino desde la sociedad misma a la que pertenece) esto puede contar. Pero en cuanto se es elegido, se acabó la obediencia al partido.

    Preguntabas cómo puede evitarse que se pacte a puerta cerrada. Pues con el mandato imperativo y la revocabilidad por ejemplo. Los electores saben lo que su diputado está haciendo, y si detectan que no va a favor de sus intereses o es desleal, pues se le sustituye porque la Constitución ofrece este derecho. Una constitución redactada tras un período de libertad constituyente, en palabras de Trevijano. Repito, si has sido elegido precisamente por tu ideología, adelante llévala a la práctica. Es tu deber. Y si en otro distrito ha sido escogido alguien con una ideología opuesta, también es su deber defenderla.

    Recordemos que estamos hablando solamente de la Asamblea nacional, un solo órgano de la política, y que la actividad política también sucede dentro de los distritos y a nivel regional, un asunto que ni siquiera hemos tocado. Para mí, mucho más importante.

    A tu imagen de que haya partidocracia con mandato imperativo, insisto en que para mí son incompatibles, el MI hace que la palabra ‘gobernante’ no tenga sentido si hablamos de elegidos para un determinado cargo. Entonces, si el poder político está en manos de un partido, es decir, un grupo de personas controlado por una élite, por muy elegido entre comillas que haya sido en unas elecciones, no puede haber MI a los electores. Porque MI significa que no hay gobernantes ni gobernados, sino representantes y representados. Son dos cosas que hay que diferenciar para entender lo del MI. ¿Se construye el poder desde abajo, o está concentrado en aquellos que decimos que están arriba? En el sistema proporcional o de partidos, se le concede el poder a un cierto partido, las elecciones son un reparto del poder. Si el poder es otorgado, casi como un regalo u ofrenda, a un partido, el poder viene de arriba hacia abajo y el MI no existe. Somos nosotros los leales a los partidos, y no al revés.

    Me gusta

  32. A ver, que yo lo único que estoy haciendo es compararte tu modelo con cualquier otro (el que tenemos ahora, por ejemplo). Te concluyo que no sólo no le veo ventajas al sistema mayoritario unipersonal, sino que, como ha quedado claro con los modelos matemáticos, puede dar un resultado completamente distinto al de la voluntad del electorado. Todas las ventajas que alegas son aplicables a cualquier sistema porque son independientes del método de escrutinio.

    Entonces, los candidatos en campaña pueden confesar que son miembros de un partido político. Bien, entonces, ¿me quieres explicar en castellano llano cuál es la diferencia con el modelo actual, si obviamos el MI? Y a ver si me lees con más atención, que cuando yo hablaba de elegir candidatos y puntos del programa a puerta cerrada, hablo de prepararse a unas elecciones, no de pactar a puerta cerrada después de ellas. Antes de las elecciones, los individuos y los grupos en que se integran tienen que tener total libertar para decidir qué posturas han de tomar y quiénes de ellos son los más idóneos para defenderlas. Si esto no es así, estamos hablando de cualquier cosa menos de democracia. Por eso te he pedido, creo que con ésta van tres veces, que hagas una abstracción mental y te plantees el sistema que defiendes, pero sin MI, a ver qué pasaría. No es difícil imaginarlo: los partidos concurrirían a las elecciones (igual que ahora), los programas de los candidatos de un partido concreto, a lo largo de todas las demarcaciones, serían idénticos (cabe alguna ligera diferencia relacionada con asuntos especialmente sensibles en algunos lugares), los diputados (ya que, en principio, estamos hablando del legislativo) formarían grupo parlamentario, aunque éste no estuviera reconocido legalemente y no tuvieran los privilegios que ahora, y defenderían juntos sus propuestas. Y aquí viene la madre del cordero:

    a) Con MI sus programas serían idénticos (o casi) que defenderían a una, como en el sistema actual o en cualquier otro si lo incorporas, pero sin defraudar al elector.
    b) Sin MI, sus programas siguen siendo idénticos, pero como no tienen obligación de cumplirlos… ¿qué les impide que acuerden, en secreto, obedecer alguna directriz (por ejemplo, del jefe de su partido) y promulgar leyes con un contenido muy distinto al prometido en su campaña? No estaríamos igual que ahora, sino mucho peor, porque con el sistema actual la distorsión de la representatividad no puede alcanzar parámetros tan elevados.

    Pero, claro, acabas de decir algo curioso: «no sólo con un programa electoral fijo y estanco, sino con la permanente comunicación con el electorado». ¿Qué quiere decir esto? ¿que el programa se puede alterar? Bien, ¿y bajo qué condiciones se harían estos cambios? Porque, si la transparencia en esta toma de decisión no es absoluta, cabría preguntarse quién y cómo toma dicha decisión. A ver si vamos a estar presumiendo de mandato imperativo y resulta que, en realidad, de éste sólo existe el nombre.

    Y todavía estoy esperando a que me digas, partiendo de tópicos aceptados por los dos, por qué el sistema proporcional aunque tuviera un MI efectivo acabaría inevitablemente en partitocracia.

    Me gusta

  33. Pues las diferencias son muchas y muy claras pero ya las he explicado tropecientas veces… en fin, además del MI, que los poderes están separados (con elecciones independientes), que se escoje a un diputado por distrito y todos ellos tienen la misma intervención en el proceso de hacer las leyes, independientemente de qué partido sean, que esos diputados están pagados por el distrito, son revocables, en fin son muchas las diferencias. Sé que tú estás de acuerdo con una parte de estas cosas, no con todo. No te parece bien que se escoja a personas individuales y que todas las personas escogidas tengan la misma participación en el legislativo. Bueno, esa es la gran diferencia que nos enfrenta, me parece. En lo demás estamos más o menos de acuerdo.

    La diferencia con lo que expones es que sí, tú puedes presentarte por un distrito haciendo pactado con otras personas de otros distritos un programa común. Pero no te presentarás con esas personas en bloque, sino siempre como persona individual. De este modo puede darse que salgan elegidas unas sí y otras no. A veces creo que intentas hacer ver que estoy defendiendo lo contrario de lo que dije.

    No es que el sistema proporcional acabe en partidocracia, al revés, es la partidocracia quien solo es posible con el sistema proporcional. Una proporcionalidad que lo contagia todo, a nivel nacional pero también regional y autonómico. En ninguno de ellos hay auténtica democracia, solo reparto del poder entre partidos, con cuotas variables dadas por los votantes. No se trata de cantidades, es un tema cualitativo. El poder cae de arriba, desde los gobernantes ‘elegidos’ hacia abajo a los ‘gobernados’ como si de una tormenta se tratase. Y así está organizado. En la RC el poder se organiza desde la sociedad civil hacia los representantes, de manera directa.

    Me gusta

  34. A ver por dónde empiezo. No es que yo intente hacerte ver que estás defendiendo otra cosa, es que mezclas los elementos y yo trato de separarlos. Tú me hablas de un sistema donde tienes todas las piezas están juntas y encajadas. Y lo que yo estoy intentando es que miremos esas piezas por separado, para ver si encajan también en otros sistemas.

    Las piezas que hemos tocado con alguna profundidad son: el sistema de escrutinio, el MI y la separación de poderes. Estos elementos pueden darse en cualquier sistema más o menos democrático y, algunos de ellos, con diversa graduación. El MI puede ser más o menos efectivo, pero aquí estamos teorizando, con lo que tenemos que partir del supuesto de que, si se da, lo hace con eficacia plena, es decir, sólo hay dos situaciones posibles: con MI pleno y efectivo o sin MI en absoluto, por lo que aquí no vamos a hablar de graduaciones (que en la práctica se pueden dar, pero nos olvidamos). El sistema de escrutinio admite variantes, pero no graduaciones. La separación de poderes sí las admite, pero, hasta ahora, hemos dado por hecho que si existe es también con eficacia plena, a sabiendas de que la separación de poderes no es garantía de nada, pero es el punto de arranque, el mínimo que exigimos a cualquier régimen que aspire a llamarse democrático. Si no estás de acuerdo con algún punto de este párrafo, es mejor que lo digas y concretes cuál es y por qué no estás de acuerdo, pero procura hacerlo sin soltar la retahíla del libro que has leído y vamos a tópicos que los dos aceptemos.

    Partiendo de lo anterior (si estás de acuerdo), tenemos que el núcleo de nuestro debate es el primer elemento: el sistema de escrutinio. El sistema mayoritario uninominal puede darse en cualquier sistema y combinado con las distintas alternativas de los otros dos elementos mencionados (y de otros de los que no hemos hablado, pero no nos vamos a enrollar). Las desventajas están vistas someramente (la escasa representatividad que puede suponer), y ya hablaremos más profundamente de este tema. Me has explicado tropecientas veces las ventajas de este sistema comparado con el actual. Pero, en las tropecientas lo vinculas al MI y a la separación de poderes. Y lo que te pido que digas, de una vez, es si el sistema aislado tiene alguna ventaja, y ya que lo comparas con el español actual, considera también el sitema mayoritario uninominal sin separación de poderes y sin MI y, a partir de ahí, me explicas todas las ventajas que, en tu opinión, lo convierten en superior al proporcional.

    Expones como una ventaja de este sistema el que todos tienen la misma intervención en el proceso de elaboración de las leyes. Precisamente es ahí donde radica el problema: dos diputados, uno que ha sido elegido con 55-45% de los votos tiene la misma intervención que otro que lo haya hecho por 95-5%. Para que el sistema fuese equitativo y representase lo mejor posible la voluntad del elector, por cada circunscripción deberían salir elegidos los 2 candidatos como diputados, y que el valor del voto de cada uno en las distintas leyes que promulguen sea ponderado, es decir, proporcional al número de votos que obtuvo en su demarcación. Así se aproximaría bastante más que con un solo candidato, aunque todavía añade el inconveniente de que las opciones minoritarias se verían gravemente perjudicadas. A eso de que «los diputados sean pagados por el distrito» también tenemos que hablar, pero como ahora se trata de centrarnos en el fondo del debate, no vamos a dispersarnos y lo dejamos para después.

    Ahora que has reconocido que el sistema proporcional no acaba inexorablemente en partitocracia, sino que ésta sólo es posible en aquél, aparte de decirte que leas de nuevo mi comentario anterior, tu siguiente respuesta debería centrarse en demostrarme que un sistema mayoritario uninominal sin mandato imperativo y sin separación de poderes no puede degenerar en partitocracia.

    Me gusta

    1. Quieres una comparación únicamente entre el sistema proporcional y el uninominal, sin más aderezos. Pues es muy simple de entender y es básico en la política, aunque yo no lo he estudiado nunca por esto para mí es algo complejo.

      Veamos, en el sistema proporcional se presentan una serie de grupos que comparten unos mismos programas y forman parte de una misma organización. Lo más común es que sean partidos políticos. La participación en la política se repartirá entre estos bloques, pero no se compartirá, sino que el que saque mayor proporción tendrá toda la participación, y el que saque menos votos, no tendrá ninguna. Aunque tengan escaños, no participan en el legislativo ni en el ejecutivo, su opinión no cuenta. Vuelvo a decirte que presentarse en estos bloques fomenta la corrupción y el encubrimiento, así como el secretismo.

      En el sistema uninominal, se escoge a una persona, que tendrá la misma representación que los demás y no estará dentro de un bloque ideológico. Junto con el sueldo, esto le da mucha mayor eficacia y honestidad, pero lo importante es que es la única garantía del control del poder por parte de los electores. Porque es mucho más fácil sustituir a un diputado individual e independiente, que no a todo un partido político, donde el suplente estará igual de condicionado y hará lo mismo.

      Creo que aquí no he metido nada sobre MI o separación de poderes. Pero es evidente que hay relación.

      Me gusta

  35. Sí que lo has metido. Si hablas de sustituir es porque es revocable. Y, si es revocable, es porque existe el MI. Y, aunque no venía en la lista, también has metido a los partidos.

    Y has hecho algo todavía peor: no me has demostrado, como te pedí, que un sistema mayoritario uninominal, sin mandato imperativo y sin separación de poderes, no puede degenerar en partitocracia. Es más, ni siquiera has hablado de ello. Lo has eludido. Y cuando tocas el tema de pasada, como he dicho al principio, lo haces incluyendo el MI. Y, recuerda, lo que tienes que decirme (si quieres, claro) ya sabes lo que es: que el sistema mayoritario uninominal, sin MI y sin separación de poderes, no puede caer en una partitocracia.

    Me gusta

    1. Yo no sé por qué quieres imponer lo que tengo que defender o no. Yo no defiendo un sistema como el que describes, sin MI y sin separación de poderes. ¿Por qué no explicas tú lo que piensas al respecto?

      Lo siento amigo, no pretendo ser descortés, pero no termino de entender qué más quieres que te diga.

      Efectivamente, sin MI es posible que el sistema mayoritario uninominal terminase en un completo fraude similar o peor a una partidocracia declarada. ¿Es esto lo que querías que dijese? ¿Qué demuestra?

      Me parece una forma retorcida y ladina de defender, si es que esa es tu intención, la partidocracia o en todo caso el sistema proporcional. Porque el sistema proporcional es por naturaleza corrupto y fraudulento, antidemocrático, mientras que el modelo mayoritario uninominal es parte de un modelo que, sin ser perfecto, se acerca mucho más a una democracia plena y de representación directa.

      Me gusta

  36. Entonces, si el sistema de escrutinio mayoritario uninominal puede caer en un fraude, igual que el actual. Y, como has visto, también puede caer en una partitocracia. Sólo está a salvo si el mandato imperativo es eficaz. Y vista la desventaja que tiene con respecto a la representatividad, ¿qué otras ventajas nos puede ofrecer?

    Me gusta

    1. Te respondo rápidamente, el sistema proporcional tiene una gran desventaja frente al uninominal mayoritario, y es que Es siempre más fácil controlar y en caso necesario sustituir a un representante individual, que no a todo un partido político, jerárquico y elitesco. Es por ello que apoyo el modelo de la RC, con unos aderezos que le añado de mi propia cosecha, que en conjunto es lo más parecido a la democracia que puedo concebir. Decir que el anarquismo solamente lo creo concebible para comunidades pequeñas, y que estoy dándome cuenta de que el comunismo implica una fuerte ideología que tiende a reforzarse a si misma, no es por ello tan libre como el modelo de RC, incluso en caso de salir a la perfección tal como describen los autores comunistas. Quizás hablo sin saber, pero bueno, son nada más que impresiones.

      Me gusta

  37. Pero, para establecer la comparativa tiene que ser caeteris paribus, es decir, que el resto de condiciones no varían. Bien, supongamos 2 países con 35 millones de electores cada uno, los dos tienen un Parlamento con 350 diputados. En los dos hay mandato imperativo y separación de poderes. En el A existe la circunscripción electoral de 100.000 votantes y el sistema de escrutinio mayoritario uninominal; en el B está establecido el sistema proporcional (te dejo a elegir si circunscripción única o fragmentado en divisiones). En los dos existen partidos políticos que concurren a las elecciones (recuerda que desde el momento que un candidato uninominal dice que está afiliado a un partido político, el partido está presente en la campaña y, posteriormente, en el Parlamento si saca los votos necesarios). Un partido dado saca en A 125 diputados, y el mismo partido (pues tiene conexiones internacionales) u otro cualquiera, saca también en B otros 125 parlamentarios.

    Ahora, las direcciones de los partidos (o la única, si tiene ramificaciones internacionales), casualmente, deciden hacer caso omiso del programa y votan en una ley lo contrario de lo que prometieron. Recuerda que en los dos hay mandato imperativo y que los cargos electos son revocables.

    ¿Me puedes explicar por qué el país A no tiene problemas para darlos el boleto a los 125 y el B sí?

    Me gusta

    1. Tío, con todo lo que llevamos hablado, parece mentira que no hayas entendido aún que tu modelo encaja con la partidocracia, y no con la RC. En esta última, la directiva de los partidos no puede dar órdenes de ningún tipo a los diputados, aunque sean de ese partido, las órdenes provienen únicamente de los habitantes del distrito, quienes por medio de su voto escogen a un candidato. Si su programa no se cumple, se le sustituye inmediatamente. Si obedece a una élite del partido en contra de lo que ha prometido, se le sustituye. Esto no se puede hacer con el sistema proporcional, bueno no es que no se pueda, es que se da por hecho la obediencia a esa élite.

      Me gusta

  38. Nicolás, alguien te había dejado un comentario señalando que tu argumento no era correcto y vi que tenía razón. Tu crítica era la siguiente:

    Hay que elegir 300 diputados (por ejemplo) y hay un partido A y otro B (de primeras, eso ya sería un modelo proporcional, que es lo que critico aquí, pero bueno sigamos, aunque sea un modelo erróneo).

    En los distritos se da el caso excepcional de que 50.001 personas votan al partido A y 49.999 al B, en todos.

    Según tú cálculo, eso haría que todos los diputados fueran del partido A. Pero concluiste que eso solo representaba al 25% de la población, y aquí está tu error.

    Lo argumentabas multiplicando 0,51 * 0,51 = 0,26 %.

    El que comentó te decía que 0,49 * 0,49 = 0,24 %.

    Esos porcentajes no significan nada. En un modelo de PARTITOCRACIA como el que definiste, se vería representado el 51% de la gente. Y no el 25%.

    En todo caso, sería un modelo donde la gente puede elegir a su representante, lo cual ya sería un avance frente a elegir partidos políticos en bloque, sea un bloque de lista abierta o cerrada.

    El siguiente error no es de cálculo, sino de no comprender el modelo.

    En 151 distritos 50.001 votan al partida A y 49.999 al B.
    En 149 distritos 0 votan al partido A y 100.000 al B.

    Tu conclusión: solo el 25% de la gente estaría representada. Pues esto es falso, porque esos últimos 149 distritos donde el representante de B ha ganado tan aplastantemente, tendrían sus diputados, y los 151 tendrían un diputado de tipo A. Todos esos diputados tienen la misma participación, el concepto de ‘mayoría absoluta’ es lo que no encaja y es por así decirlo el intruso que has metido, ya que en la RC no existe ese concepto. Por la misma razón que los diputados no se identifican por un partido concreto necesariamente, no hay solo A, B, C o D, hay personas independientes. Así todos estarían representados en la Asamblea, incluso con el caso que has puesto.

    Tu ejemplo era que a la hora de votar una ley, los diputados que han ganado por 100.000 a 0, estarían todos de acuerdo y los que han ganado por 50.001 a 49.999 de acuerdo en lo contrario, y esto es lo que desafía todas las leyes de la probabilidad, algo imposible. Lo lógico es que unos y otros coincidan y que no formen grupos separados, siendo al final un número real de habitantes quien obtenga la mayoría.

    Como ya expliqué, la República Constitucional corrige todos esos errores que llevan a la corrupción de manera inevitable. No habría partido A ni B, habría diputados INDEPENDIENTES que no tienen por qué estar de acuerdo unos con otros por pertenecer a ningún partido. Es una garantía esencial.

    Me gusta

  39. No. Yo no dije eso. Yo dije que con la mitad más 1 de los electores de un distrito, multiplicado por la mitad más 1 de los distritos, te daba MAYORÍA ABSOLUTA (ese es el famoso 0, 51% * 0, 51% = 0,26%), es decir, que con poco más del 1/4 del electorado obtienes esa mayoría absoluta. Y con la mitad más 1 de los electores, multiplicado por la totalidad de los distritos, obtienes la TOTALIDAD de los diputados, es decir, que con poco más de la mitad de la población podrías conseguir mayorías cualificadas de diputados (que no representan al mismo porcentaje de electores). Empieza por repasar el comentario nº 6, ahí lo digo bien claro

    Me gusta

  40. Claro que es repetir lo ya dicho. Pero afirmar con el ejemplo que pones en el nº 48 que YO HE DICHO que con el 26% de los votos al partido A podría hacer que TODOS los diputados fuesen del partido A, es MENTIRA. Lo que yo he dicho, y mantengo, es que con el 26% sólo PODRÍA haber una MAYORÍA ABSOLUTA del partido (o de la opción) A. Y que con el 51% de los votos, SÍ podría darse el caso de que TODOS los diputados (o representantes defensores de la opción) fuesen del grupo A. Decir lo contrario es MENTIR, y cada vez tengo menos claro que estas MENTIRAS sean inocentes.

    Me gusta

    1. Vale, no es que sean inocentes es simplemente que no he releído todo el debate y pensaba que era eso lo que afirmabas. Pero entonces, si lo primero del comentario 48 no lo habías dicho (estoy de acuerdo contigo, y discúlpame) me acojo a lo segundo. Si en vez de partido A y B hay diputados independientes, lo que tú dices no se podría cumplir.

      Me gusta

  41. No sé a qué te refieres con lo «segundo». Si es referente a los cálculos, di exactamente qué es y te lo aclaro (y espero que sea ya la definitiva, que no es tan difícil, coño, que es de primaria). Así que voy a suponer que es de conceptos. Vamos con ello.

    El concepto más elemental sobre el que podemos debatir es el propio de «democracia». Y por su propia etimología (y comúnmente aceptado), es el gobierno del pueblo. Podemos perdernos en disquisiciones filosóficas sobre qué es el pueblo o qué es «gobernar». Pero, aunque ya lo he hecho antes en otros lugares, voy a sugerirte que el pueblo es el conjunto de habitantes de una nación y lo podemos equiparar al cuerpo electoral (es decir, el conjunto de ciudadanos con derecho al sufragio activo) mientras que gobernar es promulgar (crear, modificar y extinguir) las leyes por las que esa comunidad debe regirse. Podemos empezar el debate a partir de aquí, pero debes dejar claro que es aquí donde empiezas a disentir.

    Si estás de acuerdo con lo anterior, queda claro que cualquiera está en su derecho en defender el sistema de gobierno que le parezca, pero sólo será DEMOCRACIA si es el pueblo el que decide las leyes. En caso contrario, defenderá OTRO SISTEMA, pero no una democracia. Otra vez, aclara si es aquí donde no estás de acuerdo.

    Pero, si estás de acuerdo con lo anterior, queda claro que el objetivo es que el cuerpo electoral decida las leyes de la comunidad, y las distintas formas de llegar a eso serán MEDIOS y no FINES per se. Así, hablaremos de democracia directa o representativa, de separación o no de poderes, de sistemas de escrutinio… todo son medios: el único fin es que el pueblo decida las leyes y, si no es así, NO HAY DEMOCRACIA.

    Bien, antes de seguir, espero que me digas si estás de acuerdo con lo anterior o en qué punto disientes y comenzamos a partir de ahí, porque empezar a soltar tus clichés preconcebidos por terceros NO ES ARGUMENTAR. Espero tu respuesta. Un saludo.

    Me gusta

  42. la democracia clásica griega esta en crisis-recuerden la democracia censitaria donde solo participaban los poderosos, en una sociedad de esclavos, las ideologías dominantes se apoderan del aparato estatal para su beneficio, y repiten lo clásico, ahora la esclavitud es mental, propia de la ignorancia asistida, «los lideres» le entregan a sus asesores contenidos de dominación, y si no hay consenso ante sus propuestas acaban imponiendo sus ideas apunta de paramilitarismo como en Colombia-país único en américa, donde la eliminación física del oponente es una practica de los dueños del estado, digo esto porque, todos los que se rebelan contra el establecimiento, o simplemente no siguen el libreto, son asesinados.

    Me gusta

  43. Primer punto en el que necesitamos ponernos de acuerdo: la definición de «democracia». Por tanto, me atengo a la semántica y tenemos que «demos + cratia» es el gobierno del pueblo, pero como el pueblo son muchos individuos y no todos van a pensar lo mismo (de hecho, si lo hicieran no haría falta ningún sistema), podemos decir que son las reglas de la mayoría. ¿Sí o no?

    Me gusta

Deja un comentario