Hola a todos, con este nuevo artículo sobre plantas medicinales quiero dar por terminada la sección de herbarios en este blog, con los tres que ya hay podéis tener una idea de cómo utilizar una gran variedad de plantas y muchas de ellas conocidas y que se pueden conseguir fácilmente. Me gustaría que compartierais en este blog vuestras experiencias con las plantas de las que aquí hemos hablado u otras que tengan propiedades benéficas para la salud humana. También espero hacer un documento PDF que reúna de manera ordenada todas las plantas de los herbarios aquí comentadas, un documento que podéis contribuir a rellenar con más especies si lo deseáis.
Aquí podéis acceder a los dos primeros herbarios:
HERBARIO: PLANTAS QUE CURAN II.
Esta es una de las plantas que debes conocer si entras en el mundo de las plantas medicinales, es el hipérico, la especie más conocida para nosotros es Hypericum perforatum, que ya era utilizada en tiempo de los antiguos griegos y también por los chinos. También la conocemos como la hierba de San Juan. Una de las propiedades que están totalmente admitidas, y promocionadas en numerosas farmacias donde ya es muy fácil conseguir hipérico en varias formas, es que sirve para aliviar la depresión leve así como que es un ligero paliativo del dolor, por lo que se utiliza incluso hoy para la curación de heridas y quemaduras. En países como Alemania, recomiendan esta planta 4 veces más que el antidepresivo Prozac para tratar las depresiones, y es que el hipérico tiene efectos antidepresivos sin tener efectos secundarios que sí tienen muchos de esos fármacos.
Entre otros beneficios, como siempre, comprobados mediante experimentos de los que os puedo dar referencias, es que es positivo su consumo en las mujeres que pasan la menopausia, por el llamado síndrome climatérico. Su función cicatrizante es conocida desde antiguo e igualmente algunos de sus componentes tienen función antibiótica, por lo que es adecuada para usarse en heridas, mordeduras, etc, hasta el punto de que se la conoce también como ‘hierba militar’ ya que se usaba en los ejércitos de la edad media para aliviar a los heridos.
Estudios adicionales están investigando los probables beneficios de esta planta en ayudar contra el alcoholismo, el Parkinson o el cáncer (parece ser efectivo en prevenir el cáncer de colon). Estemos atentos a estos estudios.
Es muy importante que un consumo prolongado de hipérico puede ser nocivo si además estás tomando algunos medicamentos, por lo que pregunta a tu médico si hay interacciones.
Una última cosa es que esta planta está considerada una planta invasora en multitud de continentes, lo que en principio podría considerarse negativo, puede aprovecharse ya que es una planta muy frecuente en el planeta debido a su expansión.
La efedra es otra de esas plantas de las que podríamos servirnos si tuviéramos acceso a ella, y es sobretodo uno de sus componentes, la efedrina, quien ejerce efectos positivos (en cierta dosis) y nocivos (en caso de sobredosis). Esta planta la utilizaban los chinos desde hace 5.000 años y ocupa un lugar importante dentro de su medicina tradicional. Ellos utilizan la especie Ephedra dystachia, sin embargo, en nuestra región del mundo tenemos otras especies como E. fragilis. que es la de la foto. Vive en terrenos áridos y especialmente en aquellos cercanos al mar.
El efecto principal de esta planta es que actúa como broncodilatador (es decir, expande las vías aéreas de los pulmones) y al mismo tiempo, su efecto es constrictor de los vasos sanguíneos, aumentando la presión sanguínea. Es por ello que la efedrina aislada se emplea para tratar problemas respiratorios, de baja presión (hipotensión ortostática), congestión nasal (hace más líquido el moco) e incluso una enfermedad autoinmune muscular conocida como miastenia gravis.
Pero eso no es todo. La efedrina es también un estimulante del sistema nervioso, concretamente del sistema simpático. Al no poder atravesar correctamente la barrera hematoencefálica, no estimula tanto al sistema central como lo hacen las anfetaminas o la cocaína, por ejemplo, quienes sí atraviesan la barrera. Pero al activar al simpático, un consumo grande puede inducir ansiedad, dolor de cabeza, náuseas, problemas de sueño… En caso de tomar una dosis aún superior a lo anterior, tendrías dolor en el pecho y cosas aún más serias.
Parece que tiene un efecto ‘quemagrasas’ y mejora el rendimiento atlético en combinación con la cafeína.
Fue la empresa Merck & Co. quien sintetizó la efedrina pura en 1926. Desde entonces se utiliza como fármaco, dejando de emplearse como se hacía tradicionalmente, la planta de forma directa.
Arriba podéis ver la planta de onagra, Oenothera biennis, quien es conocida especialmente por su aceite. El aceite de onagra está repleto de ácidos grasos esenciales, de los que el cuerpo necesita cada día para que podamos mantener una salud en condiciones. También se la conoce como prímula o hierba de asno. El aceite contiene ácido gamma-linoleico, que es del tipo omega-6. Esto nos tendría que recordar que según indican algunos estudios, no es bueno consumir alta cantidad de omega-6 sin compensarlo con una cantidad suficiente de omega-3. Pero el aceite tiene también ácido linoléico, a partir del cual nuestro cuerpo produce ácido araquidónico, un componente básico para los mamíferos.
[ Al respecto de los ácidos omega 3 en las plantas, son muy abundantes en las semillas de chía y lino, así como las de calabaza o cáñamo, pero hay un debate ya que hay 3 tipos de ácidos omega-3. Dos de ellos son el EPA (ácido eicosapentaenoico) y el DHA (ácido docosaexaenoico) quienes son frecuentes en animales como ciertos peces. En cambio, hay otro llamado ALA (ácido alfa-linolénico) quien abunda en las semillas mencionadas. Numerosos estudios prueban efectos benéficos del ALA en el cuerpo (menor riesgo de enfermedades del corazón por ejemplo) además, el ALA puede convertirse en ácidos EPA y DHA dentro del propio cuerpo (solo hay que alargar la cadena de carbonos) por lo cual, personalmente, creo que los ácidos omega-3 de las plantas son buenos. ]
La onagra también es conocida por ayudar a las mujeres en el síndrome premenstrual, así como la menopausia, quien puede tener algunos síntomas dolorosos o molestos. Reduce el dolor de las reglas femeninas.
Os suena, ¿verdad? No se me ocurre una planta que sea más fácil de encontrar que esta, la ortiga. Con poco que hayas salido de una ciudad, y aunque quizás no lo sabías, te has encontrado con esta planta que puede ser beneficiosa para tu organismo. Pertenecen al género Urtica, siendo una de ellas Urtica dioica, aunque hay bastantes más especies (como Urtica urens, reconocible por ser más pequeña). Al ser tan común, es una planta utilizada desde tiempos prehistóricos. La lista de problemas de salud en los que ayuda es asombrosa. Por poner solo un ejemplo concreto, se ha probado efectiva en reducir la inflamación de las articulaciones en aquellas personas con artritis (una grave enfermedad que hace que los huesos se doblen). Hoy sabemos que lo hace porque inhibe la producción de TNF-alfa (factor de necrosis tumoral) un potente pro-inflamatorio, en el líquido sinovial.
Pero la ortiga está relacionada con multitud de alteraciones de la salud, y ha sido estudiada su influencia benéfica. Diabetes, reumatismo, hipertensión, osteoartritis, diarrea, inflamación en general, dolor, resfriado, enfermedades gastrointestinales, dolor de cabeza, náuseas, asma, hemorragias, rinitis alérgica, enfermedades renales, cáncer de próstata, cáncer de piel, enfermedad del tracto urinario. En todos estos transtornos la ortiga induce un beneficio. Realmente podría hacer una entrada solo sobre esta planta, por lo que os dejo a vosotros buscar más información. Os dejo este enlace donde explican más cosas interesantes:
http://www.ecoagricultor.com/2013/02/la-ortiga-y-sus-propiedades-medicinales/
La imagen de arriba corresponde a uno de los cultivos de plantas medicinales más frecuentes en el mundo. Plantago major, conocido también como llantén, ha sido utilizada durante milenios para la recuperación de heridas por sus propiedades antimicrobianas, la presencia de alantoína (que ayuda a la regeneración de tejidos) y mucílago (anti-inflamatorio). Estas propiedades son muy similares a las de la consuelda (Symphytum officinale) de la que hablaba en el segundo herbario, os recomiendo que lo miréis. Al igual que esta, se aplica como cataplasma en heridas, esguinces, etc.
Igualmente, un té hecho con las hojas de esta planta se puede usar para tratar la diarrea. Es rico en vitamina K (también si váis a la entrada sobre vitaminas, veréis que deberíamos tomar en general más de esta vitamina). Sus hojas se pueden tomar en ensalada cuando son tiernas, pero no una vez se han vuelto fibrosas. El té también protege contra las úlceras de estómago y es antioxidante. Es bueno contra infecciones de algunos virus como el herpes o el adenovirus. Esto se debe al ácido cafeico (no confundir con la cafeína, no son lo mismo) que también se halla en la planta de salvia y otras.
Finalmente, uno de sus componentes, llamado aucubina, incrementa la excreción de ácido úrico en la orina. Esto es muy bueno para las personas que tienen gota (recordad que otra planta útil para la gota es el abedul).
No tenemos que irnos a plantas exóticas para encontrar enormes beneficios para el cuerpo. Arriba se ve un cardo mariano, o Silybum marianum, quien no es raro encontrarse en el campo. Ni más ni menos, esta planta tiene un componente llamado silimarina, que está reconocido como uno de los hepatoprotectores más fuertes de la naturaleza (es decir, un efecto que protege el hígado de tóxicos o de enfermedades como la cirrosis, hepatitis, alcoholismo, etc). También protege la vesícula biliar. Mencionar aparte que el boldo también ejercía efectos protectores del hígado y la vesícula. El cardo igualmente protege a los riñones, previniendo así la insuficiencia renal. Incluso, el cardo reduce los efectos tóxicos de la Amanita phalloides, uno de los hongos más tóxicos, ya que justamente donde la alfa-amanitina afecta es al hígado. En resumen, el cardo mejora la función del hígado por lo que puede decirse que es un agente desintoxicante.
Aparte de esto, numerosos indicios y estudios muestran cómo el cardo es positivo en personas con diabetes de tipo II (la más común) al disminuir la resistencia a la insulina, así como capaz de inducir la apoptosis, o muerte programada, de células de cáncer (que aparecen continuamente en el cuerpo, pero el cuerpo mismo elimina). Es un gran antioxidante al impedir una de las vías de oxidación llamada peroxidación lipídica, evitando así producir un exceso de radicales libres. Finalmente, el cardo mejora varias funciones del sistema inmune. Entre otros beneficios.
Este es el árbol más antiguo que queda en nuestro planeta y podemos decir que ya existía tal como es hoy hace 270 millones de años, puesto que hay fósiles de esa época que se reconocen como el mismo árbol o muy similar. Esto convierte al Gingko biloba en un llamado fósil viviente, especies que a pesar de que la evolución siempre parece ir avanzando, no sufren apenas cambios en muchísimo tiempo.
Además, el Gingko es la planta medicinal más vendida en el mundo y ya la utilizaban los antiguos chinos. Uno de sus grandes beneficios es que mejora la circulación de la sangre, mejorando el flujo al abrir los vasos sanguíneos y disminuyendo la viscosidad de la sangre y la formación de coágulos. En este sentido, se utiliza para tratar diversas alteraciones vinculadas a la circulación: por ejemplo, ayuda a personas cuya sangre no fluye bien por las piernas, a mejorar la visión, o incluso las hemorroides, varices, etc.
También parece que favorece la memoria y algunas funciones cerebrales. Se está estudiando si es positivo para las personas con Alzheimer, parece que sí lo es. Contiene además numerosos antioxidantes que como sabéis es bueno tomarlos para evitar daño a nuestras células.
Hecho, un artículo de gran valor.
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