CÓMO EMPEZAR A CAMBIAR EL MUNDO. (Parte I)

Si en el mundo nos empezáramos a ayudar unos a otros y empezáramos a incluir en nuestro propio horizonte de vida las ilusiones, proyectos y buenas ideas de LOS DEMÁS el mundo empezaría a cambiar. Lamentablemente, lo que veo es que aquí nadie ayuda a nadie y los que tienen buenas ideas van a Twitter a vomitarlas o crean redes sociales o blogs. En el plano de la realidad, nadie ayuda a nadie porque tienen miedo hasta los tuétanos. Somos seres frágiles, dominados e impotentes, pero podemos ponernos chulos en manifestaciones sin sentido, redes sociales, la barra del bar. A la hora de la verdad somos unos cobardes adoctrinados, sobretodo los que más hablan de libertad y de cambiar las cosas, estos son los que se dan cuenta pero reaccionan tratando de defenderse o lavar su imagen.

Hemos perdido la sana costumbre de apoyar a las cosas que verdaderamente quieren hacer las demás personas, que muchas veces necesitan ayuda ajena para lograr sus propósitos, en cambio, lo que hacemos es presionarlas de formas directas o indirectas para que hagan algo que no desean. Realmente somos crueles mientras hablamos del bien ajeno (el bien tal como lo concebimos nosotros, y no la persona de la que teóricamente nos estamos interesando). Muchos tienen el punto de vista de que nuestros problemas como sociedad se deben a unos cuantos oligarcas corruptos, pero esa no es la gran parte de la verdad. El 99% de realidad que no quieren que ni se nos pase por la cabeza, es que somos las personas normales o ‘de a pie’ las que nos condicionamos mutuamente para que las cosas no cambien. Nuestras mentes son el engranaje de transmisión perfecto para que las cosas fluyan de acuerdo a realidades injustas. Esto va desde la hipocresía más visible, por ejemplo, que muchos critican los medios de comunicación pero no tiran a la basura el televisor y compran los últimos teléfonos que salen al mercado. Verdaderamente, no hacen ni siquiera el más pequeño acto contra esos medios de que son capaces: dejar de consumirlos. ¿Qué se puede esperar de ellos?

De ahí, pasamos a cosas que requieren un nivel de ‘consecuencia’ o ‘moralidad’ superiores y a veces mucho más enraizados en nuestra mente. Presionamos a veces a las demás personas para que hagan aquello que les vaya a generar más dinero. Este truco es muy bueno por parte de un sistema que augura el peor de los destinos al que no tiene unos cuantos billetitos con la firma de Mario Draghi. Puede que lo hagamos con todo el corazón y bondad del mundo, pero no deja por ello de ser una enorme hipocresía, basada en la falsa creencia de que las cosas deben ser de una única manera. El caso es que somos nosotr@s, con esa presión social y personal que ejercemos sobre los demás, los que creamos esa realidad en la que la gente solo tiene un camino, casualmente el que le viene de perlas al llamado sistema social y económico capitalista. Si nuestra actitud fuera apoyar al otro en sus motivaciones, aunque estas no fueran ni siquiera rentables, podríamos cambiar la realidad para que esas ideas sí fueran viables.

Reconocernos como los verdaderos responsables de los problemas supone admitir que somos ejecutores de presión social sobre los demás. Cuando haces callar a otra persona porque sus preguntas son incómodas, cuando fuerzas a alguien a tener una actitud que no quiere adoptar, cuando le dices aun@ que su idea o proyecto es irresponsable, una locura, que no vive en el mundo real, o cosas similares. Como si el mundo real fuera el puto paraíso terrenal, un buen lugar donde vivir…

Te haré una pregunta, ¿tú cuántas cosas te gustaría hacer o haber hecho y no has podido porque has encontrado límites? Tómate tiempo. Mira todos esos planes que tienes en ‘stand by’. O cuántas cosas estás realizando que realmente no te han motivado ni causado felicidad.

Ahora que lo has pensado bien, desde este blog te animo a que cambies de actitud, pues seguramente ni te habías dado cuenta de que eres un instrumento del sistema, responsable de las maldades e injusticias del planeta y de la gente que te rodea.

El mayor obstáculo para la libertad no es la falta de dinero, es la indiferencia de los que te rodean.

20 comentarios sobre “CÓMO EMPEZAR A CAMBIAR EL MUNDO. (Parte I)

  1. Es increible, Queria citar lo que el compañero del foro citó. Me impactó el contenido de ese enunciado y volvio a tener el mismo efecto al verlo ya citado.

    «…El mayor obstáculo para la libertad no es la falta de dinero, es la indiferencia de los que te rodean….»

    Desafortunadamente, hasta que no aprendamos a entender verdaderamente que somos parte de una unidad con el universo, no apenderemos a amar en forma responsable.

    Cuando amamos, nos duele el dolor del otro, asi como nos hace felices la felicidad del otro. Solo amando podemos sanar el dolor del otro y hacerlo feliz.

    No es metafora. Es amor responsable y conciente.

    Aprendiendo amar de esta manera, otro mundo es posible.

    El cambio social, politico, economico, cientifico y artistico debe ser liderado necesariamente por una metamorfosis espiritual, primero individual y luego colectiva.

    Gracias por compartir el artículo y por el espacio que nos invita a reflexionar y expresarnos libremente.

    Me encanta este blog Habla mucho de su autor y creador.

    Los contenidos de sus articulos y el conocimiento entregado y compartido en el marco del debate y la interaccion dialogica, lo diferencian de otros, diametralmente.

    Definitivamente, me gusta mucho este blog.

    Pat

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  2. Yo pienso que de la indiferencia que nos muestran los que nos rodean tenemos que salir fortalecidos , y demostrarles que no nos importa, que seguimos luchando por lo que queremos.

    Comparto la opinión, este blog me gusta mucho y no puedo más que agradecerte todo tu trabajo.

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    1. Sí, es una actitud razonable, pero la indiferencia es para mí el origen de todos los problemas de esta sociedad, peor que la economía, peor que la corrupción, peor que las catástrofes o accidentes.

      Es curioso que incluso cuando tú quieres ayudar a otra persona, la gente desconfía como si fuera una rareza. Un argumento en que se basa mucha gente es que no quieren deber nada a nadie.

      Todo esto que digo me ha hecho acordarme de esta gran película:

      No estaba pensando en una cadena de favores cuando escribí la entrada 😛

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  3. Todos somos responsables de lo q está pasando, alimentamos a «la bestia» continuamente,con muerto pensamiento,palabra y acción…. Solo se trata de tomar conciencia…

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  4. Para mi la indiferencia ya no es un problema, todo lo contrario, ni me afecta ni me enfada y siempre sigo adelante . Si me afectase la indiferencia de los demás ya me tendría que haber suicidado. Pero por alguna razón he decidido seguir adelante.

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  5. La gente solo quiere saber de uno para conseguir algún objetivo. Pero a pocos o a nadie les importa quienes somos . ¿Qué les digo yo a estas personas ? Pues tened un buen día y sed felices, eso digo. ¿Qué otra cosa voy a decir ?

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    1. No es solamente un problema de ciertas personas que no nos caen bien. La indiferencia está en las instituciones, en las escuelas, en los medios de comunicación, en las administraciones, en la jerarquía científica, en el engaño del dinero, en empresas, oficinas, en la calle, en las tiendas… No obstante, nada de esto se sostendría sin la complicidad de la indiferencia personal hacia las personas que nos rodean, como verás me incluyo, este artículo tiene también autocrítica. Yo veo que la sociedad es así y no me parece bien, aunque sí hay que salir adelante como se pueda, el problema es que la vía fácil, la de seguir el dinero, es la que todo el mundo acaba por optar. Y cuando alguien esté hambriento por la calle, diremos que la culpa la tienen ‘los corruptos’ como nos quiere hacer creer la TV y prensa…

      Yo lo que propongo es que la gente cambie y pase a escuchar más a los demás y ayudarles siempre que puedan, como si fuera algo natural y lógico y no un mérito que te alivia la consciencia como el hecho de dar una limosna a un mendigo. No solo los mendigos necesitan ayuda. Todo el mundo necesita apoyo de los demás en algún momento. Ayudar no es un sacrificio que tenemos que hacer, debe ser un acto espontáneo y parte de nosotros hacia otras personas.

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  6. Pero las instituciones son solo personas, por si solas no existen, están formadas por alguien.

    Quizás yo tengo demasiada tendencia a la tranquilidad, ¿pero qué es lo qué debo hacer ? ¿Estar siempre enfadada con los qué me rodean ? Pero si ya sé lo que hay, yo ya no espero nada de nadie.

    Soy todavía joven, pero no nací ayer. Cuando era más joven conocí a una persona , me interesaba ella, simplemente por quien era, y no por que pudiese servir a ningún objetivo que tuviese o algo así, no , es más, era justo al revés, pero en un principio ni me di cuenta. No se trata de que le cayese bien o mal, no le caía de ninguna manera , yo era solo un instrumento , yo y todo el mundo que le rodeaba. Porque tenía un claro objetivo y ya está , eso es lo que le interesaba.

    Por supuesto esta realidad acabó golpeándome , y fue un golpe tan grande que ningún sistema social, ninguna persona ultrapoderosa , ninguna institución social , nada… nunca nada me hizo tanto daño como esta persona .. ni podrá ya hacerlo.

    Y no me arrepiento de haberle hablado siempre con amabilidad, de haberle deseado lo mejor, de no tenerle ningún rencor. Y así lo hago con todo el mundo .

    Es algo tan de todos los días, vivir en una sociedad donde hay personas a las que les interesas para un rato , para algo en concreto (hay miles o millones de objetivos diferentes ) y luego muy bien, ya está, me has dejado de interesar, ¡hasta otra ! , pues ¡hasta otra ! y pásalo bien mientras tanto . Si lo raro sería que ocurriese algo diferente a esto .

    Tampoco quiero estar continuamente enfadada ni tener que darle vueltas a la cabeza por culpa del rencor. Todo el mundo que conozco es así. Están las personas que quieren abusar , explotar, insultar . Y están las de por ahora ahora me has dejado de interesar , pero ¡hasta otra !

    ¿Qué puedo hacer contra eso ? Pues lo único que se me ocurre es mostrarles que no me afecta, y así se lo muestro a todo el mundo, a todos .

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  7. Esa es otra reflexión que he hecho , ¿para qué vamos a luchar contra el FMI, el banco mundial , los reyes o los políticos cuándo hay gente a nuestro alrededor qué hace lo mismo que ellos ?

    Toda esa gente aparte de ladrones, explotadores etc.. son personas que tienen algún objetivo y usan a las personas para cumplirlo.

    El objetivo cambia, y no es lo importante aquí.

    Por ejemplo los políticos en la campaña electoral quieren el voto. Luego ya se vuelven a volver a olvidar de ti. En las siguientes elecciones se vuelven a acordar .

    Los reyes quieren que se difunda el Viva el Rey en las celebraciones , las bodas y eventos, y después ¡Hasta luego ! Ya no me molestes más.

    Lo importante no es el objetivo, puede haber miles de objetivos diferentes.

    Lo importante es la falta total de valores humanos que tienen algunas personas, estén o no el poder. Lo que hacen es exactamente lo mismo. Solo cambia la forma y el objetivo. Pero la falta de valores humanos está detrás de todos ellos.

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  8. Ahora me he dado cuenta de que esas son las únicas personas capaces de cambiar el mundo. Las que se preocupan y se interesan por los demás solo por que existen y por lo que son, no por lo que pueden hacer , o por que puedan ser usadas para cumplir determinado objetivo.

    Claro, aquí tenemos el problema más grave para cambiar las cosas ¿cuántas personas conocéis que sean así? Alguna habrá, pero al menos yo no tengo ninguna en mi círculo.

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  9. Esta muy bueno el articulo, hace reflexionar, tenemos dos puntos de vista para enfocarlo, uno desde el punto de vista de la realidad material que vivenciamos, es ahí donde nuestras emociones más desencontradas afloran y perdamos el segundo punto de vista, que no es para todos, es vivenciar otra realidad, quizás la real?, donde todo es más sutil, y al estar en el cuerpo es muy difícil dominar, hay que tener mucho autocontrol, dejar que las emociones no nos dominen, dejar pasar las situaciones para no darle fuerzas y así se reviertan. Lo entiendo perfectamente, pero las injusticias me hacen volver a la tierra, ahi afloran las emociones que me hacen perder el terreno ganado.

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  10. Evidentemente estamos tan inmersos en nuestras necesidades ficticias de consumo,que las convertimos en reales e imprescindibles,anteponiendo lo que haga falta con tal de demostrarnos y a los demás que estamos a la altura.Quizás,simplemente,estupidez humana.

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  11. Hola, me apetece hoy reivindicar esta entrada, creo que es de las más importantes de este blog.

    La libertad no la limita el dinero, sino la indiferencia de los que nos rodean.

    Creo que es la mayor verdad que he volcado en este blog. La indiferencia de los demás nos genera impotencia, soledad, rabia, incapacidad. Hace imposible que nos entendamos, da lugar a malentendidos continuamente, el no escuchar y la desconfianza. La indiferencia tanto de nosotros hacia los demás y viceversa, como de la gente por los problemas que afronta el mundo, es el origen del mal, lo tengo tengo totalmente identificado. Todo lo demás: el dinero, la guerra, el capitalismo, las enfermedades… son solo meras consecuencias de esa pasividad, de esa inmensa cerrazón de unos a otros y hacia la humanidad en general, y hacia otras especies.

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  12. Hablas de muchas cosas importantes y me agrada que intentas llegar al fondo, de corazón, por ello me gustaría continuar estas charlas contigo. En relación al primer video, Me parece que para que hablemos de lo mismo, primero hay que unificar criterios ¿que es libertad? Decir que «La libertad no la limita el dinero, sino la indiferencia de los que nos rodean » Suena «bien» pero insisto ¿qué es la libertad? En lo personal: no sé que es la libertad, pero estoy muy seguro que: yo no puedo ser libre si no cumplo con mis obligaciones primero. No puedo ser libre de sentarme a rascar la cabeza, si no he sacado el gasto diario; mi propia conciencia me indica que: no tengo para la medicina que le recetaron a mi hijo… así: «no puedo tener libertad» de ir al cine o tomar una cerveza con los cuates. Quiero decir, que la libertad yo la experimento como entrelazada con la responsabilidad, de manera que pienso que nadie que no cumpla primero con sus obligaciones y responsabilidades, puede ser libre. En breve: creo que no podemos ser libres por que sufrimos la esclavitud de la postración económica que nos es impuesta por un grupo de perversos banqueros internacionales satánicos. Me parece que todos sufrimos el no poder sentarnos a leer, a escribir, a ver una película, etc. cuando no tenemos para la renta, para pagar la luz, el agua, el predial, el teléfono, etc. Podemos argumentar que «pinche dinero maldito, que nada vale, excepto por el papel donde está impreso» y que podemos hacer como Diógenes de Sínope: vivir en un barril y no poseer mas que lo que traemos puesto. Por mí…está bien, pero ¿y mi familia, mi pueblo? ¿donde queda la educación, el arte, la ciencia, la tecnología, etc.? Pero antes de continuar, te invito de la manera más atenta y respetuosa, a que continuemos esta charla de cara al mundo, en face, con el objeto de tratar de sumar otras opiniones y enriquecernos con la diferencia de puntos de vista de nuestros conciudadanos planetarios. Estoy en face como: afiladuría colibrí mundialista. Mi sincero reconocimiento por tu labor, «paramisonenigmas» realmente me ha enriquecido e ilustrado respecto a muchas cosas que ignoraba e ignoro todavía. En México decimos: Buenos días, queriendo decir: buen día: hoy y siempre. Tu amigo: Mauricio: el colibrí mundialista.

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