EL PATRIOTISMO.

El patriotismo no es un ensalce odioso de lo local frente a lo extranjero, no, es un sentimiento verdadero fruto de haber nacido en un lugar, una cultura, sabiendo que todo lo que nos rodea ha sido hecho posible por las generaciones pasadas, que han luchado y aplicado su inteligencia y mucho esfuerzo para crear algo común que nos une y a la vez nos distingue y nos hace especiales, algo que no nos hace considerarnos un ser humano diluido en los 7 billones que pueblan el planeta, sino que nos hace ver algo común con quienes nos rodean, porque es inevitable tener algo más de común con los cercanos que con los que nacieron a miles de Kilómetros, ya que no todos en este planeta somos iguales (AFORTUNADAMENTE) : lo cercano nos ha influido y aportado mucho más que lo lejano. Este sentimiento es algo natural, incluso instintivo, como es instintivo construir murallas para defenderse de un pueblo hostil, pero está intentando ser eliminado, quitando de en medio todo lo que pueda favorecerlo, generando ignorancia de la propia historia y de los frutos, que ahora recogemos, de la inteligencia y esfuerzo de nuestros antepasados, cuyas vidas ya han pasado y sus alientos se han apagado, pero que han dejado para nosotros muchas cosas buenas ¡tampoco podemos olvidar las desgracias e injusticias que sufrieron para lograrlo, ni los errores que cometieron!. Todo el mundo tiene una patria, todas son igualmente respetables (la ausencia de valores actual obliga a decir esto…) es más, ¡toda patria debería ser respetada en el mundo, no agredida con guerras, no humillada por deudas! todos somos iguales como humanos y también somos iguales en no ser indiferentes a nuestra tierra y lo que nos ha aportado nacer en ella. Igual que nuestros padres nos han dado literalmente la vida, las generaciones pasadas nos han dado una patria. No, no se trata del área geográfica, esa ya estaba ahí para los dinosaurios: la patria es algo distinto que la geografía, contra lo que muchos creen. Patria (la tierra de los padres) es un sentimiento de gratitud, respeto y consideración, y un deseo de generar el bien común de todos, y un claro rechazo y oposición a quienes no fomentan ese bien común. Nada hay más gratificante que hacer el bien a los demás, pero esto no ocurrirá si no tenemos conciencia de lo común. Cuando esa conciencia desaparece, los demás dejan de importarnos, y permitimos que sigan toda clase de injusticias, crímenes y fraudes, dando vía libre a quienes no tienen moralidad. Lo común no es solo un recuerdo del pasado, sino que debe ser algo visible en la actualidad. Cuando se piensa que lo que nos une es algo del pasado, es porque ya no nos une nada, y esto sucede porque los que nos afecta a todos ha sido limitado a resolverse de manera individual, cada cuál buscándose la vida.

La noción de España, tan respetable como la de Burkina Faso o las islas Fidji, pero completamente distinta de ellas, involucra todo ese conjunto de cosas que nos hacen únicos como pueblo, distintos a cualquier otra nación del planeta. La patria nada tiene que ver con un gobierno, un partido político, o incluso con una determinada Constitución o amalgama de leyes. Tiene que ver en cambio, con nuestra historia, con nuestra cultura, con los sacrificios hechos por nuestros antepasados, con los grandes logros por parte de exploradores, científicos, escritores, pintores. Y por supuesto, tiene que ver con unas determinadas características genéticas y raciales. Ambos aspectos, el genético o racial y el cultural, se combinan para formar algo especial, distintivo, único en el mundo. Eliminar no solo el concepto, sino el sentimiento de formar parte de una patria, es uno de los principales objetivos de la globalización. Sin patria, somos más fácilmente dominados y controlados por parte de políticos de instituciones internacionales o mundiales, y nos defenderemos mucho menos como pueblo ante las amenazas que nos vienen de la globalización (la deuda financiera, las imposiciones económicas, la degradación de la cultura…). Es por ello que se vende la idea de que la patria es algo ‘de derecha’, una mera ideología totalitaria. En realidad, la patria es lo que más nos puede unir a la hora de oponernos a intereses supranacionales. Por ello, la bandera de España (y lo mismo cualquier otra bandera) debería ser un símbolo de lucha contra la opresión globalista, y no ser asociada con errores cometidos en la historia por gobiernos o monarcas.

españa bandera

5 comentarios sobre “EL PATRIOTISMO.

    1. Yo diría que ese huevo es más bien el imperialismo o el Estado, nada que ver con la nación o la patria.

      Se puede hacer algo bueno por los demás desde infinidad de oficios distintos: el agricultor, el minero, el abogado, hasta el político.. El banquero ya lo dudo 🙂 Aunque podría inventarse una banca honesta de alguna manera. Pero que, ¿una clase tiene que aniquilar a otra? No gracias. También tú supones que todos los que trabajan en lo mismo piensan igual. Y eso es mentira.

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  1. Amar la patria, lo que te rodea, lo que te vio nacer y crecer, debiera ser el deber numero 1, de los espanoles, y el que no lo defienda, o es un esclavo, idiota o traidor, vendidos al capital internacional globalista…

    Asi nos va el pais, con gente joven perdida, podrida, que es incapaz de detectar que 2+2=4, no 66, y el pais, moralmente de capa caida.

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  2. ¡Bueno! Pues me han invitado a opinar sobre el concepto “patria” y lo voy hacer. Cosa distinta será que guste más o menos, pero es mi opinión, y allí donde se me invita a darla, la expongo. ¡Bien!, en líneas generales puedo estar de acuerdo con lo que aquí se ha expuesto, pero con los matices de mi propia subjetividad. Si es cierto que el concepto “patria” se está, de alguna manera, denostando. Pero esto también tiene una explicación cultural, histórica y socio-política. En primer lugar, en nombre de la patria se han hecho verdaderas barbaridades contra otros pueblos. Tanto como decir, contra otras “patrias”. La historia así lo refrenda. Aquellas políticas colonialistas de invasión y saqueo de los pueblos se hicieron todas en nombre de la patria, por la patria y para la patria, y por supuesto, desde todas las patrias. Por tanto, en el subconsciente histórico del s.XXI, la patria ha quedado en muchos casos como sinónimo de fortaleza para la invasión y el saqueo de otros pueblos. Aunque afortunadamente, el colonialismo ya dejó de ser la primera política exterior de los países con necesidad de expandirse territorialmente, hoy, todavía, sigue siendo una premisa para los Estados más poderosos. A un soldado norteamericano se le decía que tenía que ir a Irak a luchar por su “patria”. ¡Y un carajo, “por su patria”!. Aquí es donde está el problema del concepto y el engaño. Hoy, en las primeras potencias, la patria la ejecutan, la ejercen y la monopolizan las grandes multinacionales que tienen su sede central en el G-8. Así que, el concepto de “patria” como hogar, cultura, pueblo, hermandad e identidad, puede seguir siendo muy recurrente para que el pueblo la siga asimilando como algo suyo, pero esto, no es más que una manipulación para que los ciudadanos con escrúpulos morales más propios del s. XXI puedan asumir políticas exteriores muy poco confesables, pero necesarias para la supremacía de otro concepto, éste más conocido con el nombre de capitalismo, que es, curiosamente, el que ahora se encarga de difundir subliminalmente la idea de la “patria”. Salud..!

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