Muchas veces en esta página web he comentado lo frío, hostil y crudo que es el entorno que nos rodea. Pero quizás nunca he dedicado un artículo exclusivo a detallar el por qué esto es así, el motivo que lo explica. Va a sonar duro y soy consciente de esto, incluso puedo llevarme muchas críticas por afirmar algo así, pero es lo que puedo observar y no por ello voy a callármelo. Son muchas las personas valiosas, bondadosas, nobles e inteligentes que hay en este mundo, seguramente todos hemos podido conocer a más de una, cuando no somos ya una de ellas. Sin embargo, no es esto lo que impera o predomina en la sociedad, sino todo lo contrario. Y lo que es un fenómeno colectivo, no deja de ser también algo individual, pues todo lo colectivo parte de los seres humanos que participan de ello. Es indudable ya que vivimos en una tiranía, pero paradójicamente, no es la que ejercen las élites mundiales, los políticos o ni siquiera la banca la peor de todas, sino la que ejerce el pueblo, es decir, las masas, con su comportamiento, su actitud, su psicología, su resentimiento y su odio.
Esa tiranía de las masas, que ya venía claramente anunciada por Ortega y Gasset en su libro ‘La rebelión de las masas’ por ejemplo, significa el imperio de la mediocridad contra lo que destaca, de la estupidez contra la inteligencia, de lo emocional (fundamentalmente sentimientos negativos y destructivos) contra lo lógico, de la envidia, del rencor, contra aquellos que se salen de la media, que brillan más que otros en cualquier sentido, y que por lo tanto, son un reflejo de la realidad, al emitir su propia luz, su talento, su sano criterio, sobre la realidad oscura, lúgubre y taciturna que las masas imponen.
En realidad, se trata de un miedo ancestral, muy antiguo, a quedar por debajo, fruto además de un bajo concepto de uno mismo. Pensad una cosa: aquellos que no toleran ni respetan la discrepancia, la crítica, la opinión distinta de la suya, ¿no será por miedo a que se demuestren sus errores, sus equivocaciones? En lugar de aprender de aquellos que les pueden hacer ver algo nuevo, o aprovechar la ocasión para desarrollarse y evolucionar, se estancan, se encierran en su burbuja egoísta, en la que se sienten refugiados, porque dentro de esa burbuja ilusoria ellos tienen toda la verdad, son los mejores, y nunca se equivocan. Ojo con quien intente pinchar esa burbuja, que le caerá encima la del pulpo.
Y lo que todos hemos vivido con ciertas personas, es ni más ni menos lo que vivimos todos en la sociedad, queramos verlo o no. No se trata simplemente de que predominen ciertas opiniones o puntos de vista que son casi incuestionables, a los que se conoce como dogmas, sino que la sociedad en su conjunto es un pistón que comprime y aplasta toda creatividad, talento o inteligencia humanas. A nivel cultural, los valores más valiosos de la humanidad, lo que simboliza lo más profundo (el respeto a la Naturaleza, la identificación con nuestra cultura original, etc) queda completamente subyugado a una mecánica de consumo y de gastar dinero, en la que todo es material y superficial. Lo mismo sucede con la mente: las personas que van más allá de la media, que cuestionan, que critican lo que no les parece bien, serán ‘puestas en su lugar’ por el rodillo implacable de lo mediocre, de lo habitual y de lo rutinario.
Ser moldeados por este tipo de trucos psicológicos, de miedo a no seguir a la masa o a lo habitual, de agresividad o indiferencia hacia todo el que se destaca, es el resultado que esa tiranía ejerce en millones y millones de personas que son, en realidad, únicas, maravillosas, potencialmente increíbles, pero que no lo manifiestan en el día a día, ni se atreven a llegar lejos debido a la opresiva situación en la que viven inmersos. Se adaptan, caen dentro del molde, y el mundo pierde con ello lo más valioso que podrían ofrecer en esta vida.
A muchos os atacarán, os denigrarán, os dejarán solos, pasarán de vosotros, tratarán de dejaros en mal lugar, no os elevarán a los puestos sociales que os mereceríais, pero tenéis que saber que nada de eso importa. Existen fuerzas más poderosas que las sociales o la presión de las masas. Mira dentro de ti para descubrir todas esas fuerzas, las que la Naturaleza te proporciona. Llevas a los dioses dentro de ti: ¡no tengas miedo! Vive conforme a tus principios, a tus ideas, a tus valores, no te dejes llevar por los demás, escoge tu camino. Y rodéate de otras personas que no intenten manipularte, que no sean perjudiciales para ti. Intenta, junto a ellas, escapar de esta tiranía insoportable. Y conseguirás mucho más que mendigando relaciones sociales o puestos elevados.
‘Los mortales que nada saben, que andan errantes, con dos cabezas, pues la incapacidad que anida en sus pechos dirige su mente extraviada. Se ven arrastrados, sordos y ciegos, estupefactos, como horda sin criterio, a quienes les da lo mismo el ser que el no ser.’
Parménides de Elea.
Me gustaría enviarte un audio que explica cómo es una dictadura moderna tal como explicas. ¿Donde te lo podría enviar?, se relaciona en el aspecto de como nos apartan a los que cuestionamos.
Me gustaMe gusta
Buenas!
Te he enviado un correo para que tengas mi dirección. Y desde luego que sí, se aparta a cualquiera que piense por si mismo y que además pretenda difundir sus conclusiones o sus ideas, o simplemente expresarse al nivel de su conciencia.
Un saludo!
Me gustaMe gusta