¿TIENE EL CORONAVIRUS UN ORIGEN ARTIFICIAL?

Este artículo lo escribo a raíz de haber leído un documento científico muy interesante en el que prácticamente se confirma la posibilidad de un origen artificial del virus SARS-COV-2 causante de la enfermedad llamada Covid-19 (posibilidad que ya habíamos planteado aquí: EL ORIGEN DEL CORONAVIRUS).

Aquí dejo el enlace a dicha publicación: https://paramisonenigmas.wordpress.com/wp-content/uploads/2020/08/sars-cov-2_natural_or_artificial_that_is_the_quest-1.pdf

He de decir de antemano que lo que voy a hacer es un resumen del artículo, lo más simplificado posible, escrito por el médico Alejandro Sousa, del Hospital de Monforte, Lugo. En este se detallan numerosas características del actual coronavirus, y se ponen en la balanza las dos opciones de su origen natural o artificial, adquiriendo más peso de argumentos la del origen artificial. No se tratarán otros aspectos como las manipulaciones que ha habido al respecto de los datos de mortalidad o contagio, la eficacia de los tests que se han utilizado para el diagnóstico, o los intereses que hay detrás de todo lo que está sucediendo. Nada de esto se trata en este artículo en concreto. Comienzo pues con el resumen del contenido:

Una vez se descubrieron los primeros casos de la epidemia en Wuhan, el laboratorio BSL-4 del Instituto de Virología de Wuhan secuenció el genoma completo del SARS-COV-2. Se podría haber encontrado el posible virus natural del que pudiera proceder, pero hasta la fecha no ha sido hallado en ninguna especie salvaje ni doméstica. El virus está formado por 4 proteínas: la S, la E, la M y la N, siendo la proteína S la clave de su unión a uno u otro organismo. El SARS-COV-1 y el 2 que es el actual, comparten bastante similitud (50 aminoácidos) en la proteína S, pero son muy diferentes en el resto del genoma. En cambio, el coronavirus del murciélago, RATG13, que es el más parecido al SARS-COV-2, sin embargo es diferente a él en la proteína S, lo que le hace imposible pasar del murciélago al ser humano directamente. [Esto desmonta lo que dije de que podrían haber soltado ese virus natural desde las muestras de un laboratorio, pues el virus de murciélago no puede infectar a los humanos].

En el caso de ser natural, necesariamente tendría que haber sido por medio de un animal intermediario, como el pangolín, infectado por contacto con un murciélago, donde el virus evolucionaría y finalmente pasaría del pangolín a los seres humanos.De hecho se ha encontrado bastante similitud entre la proteína S del coronavirus del pangolín y el del SARS-COV-2, lo que ha hecho que la teoría oficial más extendida sea que el coronavirus del murciélago y el del pangolín se cruzaron mediante recombinación, intercambiando sus fragmentos, dando lugar al actual coronavirus. Sin embargo, ningún coronavirus ha sido hallado en los pangolines u otras especies salvajes que muestre esta transformación hacia el SARS-COV-2, y además esta hipótesis tiene muchísimas incoherencias que la hacen inviable. Si el virus surgió en invierno de 2019, la infección de un pangolín por un murciélago es sumamente difícil. Para empezar ambos viven en zonas geográficas muy alejadas (el murciélago chino en las cuevas de Yunnan, el pangolín no existe en esta región). Además en invierno los murciélagos entran en estado de hibernación y letargo. Ocurre además que en Wuhan no se vendían murciélagos, y hay una distancia de 1.500 Kms entre Wuhan y las cuevas de Yunnan, lo que hace imposible que un murciélago haya llegado hasta allí volando por si mismo. Ni siquiera el contagio por medio de traficantes tiene sentido, ya que esos traficantes se trasladan por numerosas ciudades donde no ha habido coronavirus de origen (si tal fuera el origen). El hecho de que el coronavirus del murciélago no pueda infectar a los humanos desmonta, en cualquier caso, una posible mutación natural dentro del propio ser humano.

Se han analizado muestras del genoma del SARS-COV-2 en muchos lugares del planeta, hallándose una enorme similitud entre todos ellos, superior al 99%. Esto demuestra sin posibilidad de duda que el virus tuvo una única fuente de origen, que se originó en un tiempo muy breve tras el cual apenas ha mutado o cambiado. y que fue detectado muy poco tiempo después de su traslado al ser humano. Ninguna de las hipótesis sobre su origen en un intermediario animal puede explicar esto. Entre el RATG13 (su único posible origen natural descubierto hasta la fecha) y el SARS-COV-2 hay 1.100 letras del genoma diferentes y 5 aminoácidos de la proteina S varían, algo imposible de explicar mediante una mutación única. El origen del SARS-COV-2 requirió numerosas mutaciones o modificaciones.

En realidad, la proteína S tiene dos partes. La parte S1 es la encargada de adherirse al receptor ACE2 de las células. La parte S2 es la que se ocupa de la fusión con la membrana de las células para que una vez adherido, el virus pueda introducir en ella su material de ARN (la información que le permitirá hacer copias de si mismo). El virus no puede entrar en las células si el punto medio entre las dos partes no es adecuadamente cortado, separándose así las dos partes. Pues bien, resulta que esa zona de corte del SARS-COV-2 es única entre todos los coronavirus. Además, hay secuencias muy diferentes entre el SARS-COV-2 y el RATG13. Todo esto indica que se trata de un nuevo tipo de coronavirus, no un derivado de otro presente naturalmente en otras especies. Por lo tanto, la hipótesis de que el coronavirus del murciélago infectó a un pangolín, incorporando la parte S1 del coronavirus del pangolín, queda invalidada. De ser así, se esperaría que la proteína S del SARS-COV-2 tuviera más fuerza de unión por el pangolín u otros animales que por el ser humano, en cambio, resulta tener mucha más fuerza de unión hacia las células humanas. Es decir, su estructura parece estar hecha específicamente para el ser humano. También se une a otros primates, a cerdos, o a gatos, pero no a murciélagos, roedores ni civetas.

https://www.elcercano.com/el-virus-no-procede-de-la-naturaleza-ni-salio-del-mercado-de-wuhan/

HIPÓTESIS DE ORIGEN EN UN LABORATORIO.

El laboratorio BSL-4 de Wuhan lleva estudiando coronavirus al menos una década, estudios liderados por Zhengli Shi. Su equipo ha ido con frecuencia a las cuevas de Yunnan para tomar muestras de murciélagos y detectar nuevos coronavirus, estudiar cómo se unen a las células, cómo influyen los distintos receptores de esos virus en su salto entre especies, así como crear quimeras, es decir, virus con características resultantes de la mezcla de distintos virus. Zhengli Shi estudió un tiempo en la universidad de Chapel Hill, en Carolina del Norte, donde al menos desde 2008 se han hecho quimeras de coronavirus, capaces de infectar a seres humanos y resistir muy fuertemente al sistema inmune. Es evidente que en Wuhan diferentes coronavirus de murciélagos fueron genéticamente modificados para poder dar el salto entre especies.

Como el SARS-COV-1, el 2 que es el actual, se une al receptor ACE2 humano. Sin embargo, el SARS-COV-2 tiene una capacidad de invadir las células 20 veces superior. ¿Cómo es posible esto? Resulta que la zona de corte entre las partes S1 y S2 (corte necesario para la infección) tiene 12 letras adicionales, únicas entre los Betacoronavirus, que le permiten ser cortado por la furina, una enzima de corte (proteasa) presente en todas las células. ¡Esto permite al SARS-COV-2 atacar a todas las células, no solo a las pulmonares o renales! Además, gracias a esto puede pasar de una célula a otra directamente, sin exponerse a los anticuerpos, lo que explicaría su facilidad de contagio. Puede unirse a proteínas de las células a las que solo pueden unirse otros coronavirus como el MERS o el SARS 1, como si se hubieran utilizados genes de estos virus en la producción del SARS-COV 2.

Para más intriga, una parte de la proteína S del SARS-COV-2 se configura en su forma tridimensional de una forma que lo hace equivalente a Gp120, ¡la proteína del virus VIH que le permite invadir los linfocitos! Posee además una gran capacidad de unión a las membranas de las células por simple contraste de cargas eléctricas entre sus aminoácidos y los lípidos de la membrana (cargas positivas y negativas se atraen). Todo esto parece convertir al SARS-COV-2 en algo originado de forma artificial, ya que resultaría casi imposible reunir todas estas características tan favorables para la infectividad de las células humanas de una manera natural y en tan poco tiempo.

Dicho todo esto, os recomiendo que veáis un vídeo en el que el autor de este estudio, cuenta su visión de lo que está sucediendo. Empieza a hablar en el minuto 9. En este video el autor habla de las incoherencias del confinamiento, de la manipulación de los datos de mortalidad, y de la influencia en cuanto a los síntomas de otros factores como las antenas 5G. Y es que la existencia del virus o su origen artificial no significan que no haya una manipulación social al respecto. Que cada cual lo vea y lo juzgue como crea conveniente, aunque lo ideal sería estudiar el asunto antes de juzgarlo.

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