¿Que tienen en común ciertas partes del feminismo, los movimientos antirracistas, el veganismo el lgtb y una religión?
A mi modo de ver, todos estos movimientos tienen ideales muy buenos y coherentes con las necesidades que muchas sociedades del mundo, en mayor o menor grado, tenían para una evolución coherente con el bienestar de todos. Todo esto me refiero a sus comienzos y a gran parte de lo que contienen, pero también es justo hablar de que cada vez albergan más personas fanáticas, argumentos irracionales, sensibilidad neurótica enfermiza y distorsiones de muchos temas en pro de justificar sus argumentos y demandas.
En las sociedades postmodernas actuales cada vez se abre más brecha entre dos bandos principales: Los conservadores y los progresistas, depende del país y su cultura existen matices distintos entre estos bandos, pero los ejes centrales de sus ideas y sus identificaciones son muy similares. En el pasado, al menos en la mayoría de sitios gobernaban y eran más aceptados generalmente los valores tradicionales conservadores vinculados sobre todo a lo etnocéntrico y sociocéntrico (solo reconocer los derechos de la gente de tu etnia y sociedad) militaristas, patriarcales, religiosos. Estos creaban por lo general ventajas sobre todo en hombres de buena posición social, además era manifestado de forma evidente en la cultura el que la mujer estuviera en segundo plano en casi todas las facetas de la vida y en lo que su libertad intelectual, relacional y sexual especialmente respecta. No hablemos de grupos homosexuales, minorías raciales, y especies animales que se podían ver como objeto de burla y discriminación y los animales podían casi ser vistos como objetos en algunos entornos.
Los valores progresistas por lo general tienden a una mayor inclusividad, suelen ser antireligiosos, antimilitares, mundicéntricos ( tratan de integrar a todos y velar por sus derechos), y hasta ecologistas en muchos casos. Si bien a mi modo de ver son valores muy buenos y que comparto, lo que no comparto tanto es la forma en que estos han venido degenerándose los últimos tiempos hasta acabar convirtiéndose en algo casi caricaturesco, trataré de explicar porque creo que esto pasó y sigue extendiéndose.
En el pasado como dije antes existió por lo general una dominancia de los valores tradicionales, los cuales no eran empáticos con las necesidades y diferencias de todos. Esto creo que fué creando resentimiento que iba transmitiéndose de generación en generación, en las familias y en la cultura vinculada a los ambientes digamos progresistas, los cuales con el paso del tiempo, la evolución científica, filosófica, académica y multidisciplinar han acabado teniendo más peso en la ventaja intelectual de sus argumentos en pro del bienestar común y por tanto más aceptación política y social. Creo que al ir pasando esto se ha ido creando una coalición progresiva entre grupos que antiguamente fueron víctimas de los valores tradicionales, como puedan ser feministas, lgtb, veganismo, movimientos en pro de minorías raciales y antirracistas, los cuales han pasado a tomar una actitud de desprecio, superioridad moral e intelectual y en cierta parte fascismo ante la gente que no se encuentra comulgando con ellos. Bien quiero aclarar que hablo de una parte, no de toda la gente que integra estos movimientos, si no de su parte más radical, lo cual puede variar mucho de unas culturas a otras y de unos lugares a otros.
En mi opinión se trata de un mecanismo de compensación sociocultural, de una venganza inconsciente que llevan a cabo todas las partes de la cultura que fueron en el pasado oprimidas o no tenidas en cuenta. Más allá de esto, creo que existen problemas en cuanto a marcar una línea clara de que es opresión y que no, creo que con la corrección política de su lado y el paradigma de víctima-opresor en su máximo exponente, mucha gente de estos bandos culturales, utiliza cualquier situación, para proyectar (inconscientemente) sus traumas irresueltos, y victimizarse descontextualizando la situación o la intención de las otras personas involucradas, lo cual me parece una pena, ya que esto resta credibilidad a casos que si la merecen, o que sí pueden tener abusos u opresión reales.
Otro de los problemas viene a ser algo muy digno de religiones e ideologías fascistas, que tiene que ver con la inflexibilidad sobre lo que es o no es la verdad. Algo que a mi juicio tiene graves problemas, ya que se evoluciona sobre todo a través de tener apertura hacia la crítica constructiva, y en la parte más radical de ciertos movimientos existe una actitud de: estás conmigo o contra mí, lo cual hace que sientan como un ataque críticas coherentes aunque se hagan con respeto y sean por parte de gente que comulgue con gran parte de sus ideas.
Según los psicólogos que estudian el desarrollo de la consciencia y su evolución, y según mi experiencia también, hay diversos niveles evolutivos en nuestra relación con nosotros y con el mundo, que te llevan a identificarte con unas u otras cosas, y a vincular más con un tipo de valores u otros, y estos, además de en el desarrollo individual, también se ven reflejados en el colectivo. Respecto a esto las identificaciones y valores que abraza el progresismo son más evolucionadas que las del tradicionalismo por así decir, el problema es que nos vemos en un mundo que tiene una parte de su versión progresista herida y con un fascismo vengativo camuflado. No defiendo los valores tradicionales, pero creo que debemos aspirar a no entrar a este doble juego, ya que esto solo crea enfrentamiento y resentimiento, a la vista está que existen gran parte de personas vinculadas a valores tradicionales, totalmente artas de la actitud progresista y su forma de hacerles sentir como basura, los cuales compran cualquier teoría de conspiración (no digo que no puedan existir algunas) que respalde sus valores e ideas y que combata el progresismo actual, lo cual lo interpreto como una salida delirante de una realidad que les parece inaceptable y opresiva, y es que parte del progresismo, en su intento de crear un mundo sin opresión, acaba oprimiendo inconscientemente.
No tengo una fórmula para sanar esto, ni creo que pueda hacer demasiado, al menos actualmente, pero un comienzo sería intentar respetar la opinión de todos, al menos hasta donde sus acciones no perjudiquen directamente la libertad y bienestar de otros, e intentar ver nuestros puntos en común más que nuestras diferencias, para ver en qué y cómo podemos cooperar aunque no tengamos exactamente las mismas ideas.
Autor: Nacho Morales Martín-Romero.