EL 30 MURIÓ CARL WOESE.

Pocos han oído sobre el reciente fallecimiento de Carl Woese, y menos aun conocen la gran importancia que han tenido las investigaciones de este científico. Sus análisis por ejemplo, contribuyeron a crear el moderno árbol de la vida y a descubrir uno de los tres reinos de la naturaleza, las arqueobacterias (o arqueas). También investigó el origen de la vida. Pero, además de sus descubrimientos y los avances que produjo en la biología, Woese nos advierte de que la biología tal como hoy funciona está llevando un rumbo equivocado. En un artículo afirma:

«Biology today is at a crossroads. The molecular paradigm, which so successfully guided the discipline throughout most of the 20th century, is no longer a reliable guide. Its vision of biology now realized, the molecular paradigm has run its course. Biology, therefore, has a choice to make, between the comfortable path of continuing to follow molecular biology’s lead or the more invigorating one of seeking a new and inspiring vision of the living world, one that addresses the major problems in biology that 20th century biology, molecular biology, could not handle and, so, avoided. The former course, though highly productive, is certain to turn biology into an engineering discipline. The latter holds the promise of making biology an even more fundamental science, one that, along with physics, probes and defines the nature of reality. This is a choice between a biology that solely does society’s bidding and a biology that is society’s teacher.»

Después comentaré a qué peligros se está refiriendo Carl Woese con esas palabras, pero se puede algo intuir en la frase «el primer (camino) aunque muy productivo, va a convertir a la biología en una disciplina de ingeniería; el último mantiene la promesa de hacer de la biología una ciencia fundamental, que junto con la física, pruebe y defina la naturaleza de la realidad». Es evidente que hoy día estamos en el primer camino. Pero sigamos indagando en el pensamiento de este hombre.

Carl Woese fue uno de los primeros en señalar la tremenda importancia de la «transferencia genética horizontal» o TGH en la evolución y en el origen de la vida. Normalmente la evolución ha sido vista de forma vertical: herencia de una generación a la siguiente, de padres a hijos. Posiblemente esto se cumpla en la mayoría de los organismos pluricelulares como son las plantas y los animales, pero no en el mundo microbiano, ni siquiera en los eucariotas unicelulares (llamados habitualmente protozoos o algas). La TGH se produce cuando dos organismos diferentes, a los que podríamos llamar «tipos» o «especies» no emparentados, se intercambian información, o uno le pasa información al otro. Las bacterias por ejemplo, son el caso más conocido. En ellas hay mecanismos de «parasexualidad» en el que tipos distintos se pasan información a través de plásmidos, o a veces son virus los encargados del traslado. Se está descubriendo que esto es mucho más común de lo que se pensaba, incluso en plantas y animales. Esto tiene dos consecuencias:

– La primera, es que el árbol de la vida no se puede considerar más como ramas que se van dividiendo continuamente, creándose nuevos seres vivos, sino que es una red, donde ramas alejadas pueden recibir información de una a otra.

– La segunda, es que la TGH no encaja con la Teoría Sintética Moderna, a la que me enfrenté en el largo post LAS CONTRADICCION DE LA SELECCIÓN NATURAL la cual, revisándola un poco, sostiene que los organismos evolucionan a través de alteraciones al azar en sus genomas, y que los cambios favorables se acumularán gracias a la «selección natural» siendo que los que tienen mutaciones «desfavorables» o bien mueren o se reproducen menos. Para muchos biólogos, la TGH no es más que un factor de mutación más, aleatorio y sometido a esa criba reproductiva, sin embargo, es evidentemente algo totalmente distinto. Con la TGH tenemos organismos que se pasan fragmentos completos de información, a veces de gran complejidad y para expandir caracteres adaptativos. Uno que nos trae de cabeza a los humanos, y a los que se dedican a la fabricación de nuevos antibióticos, es la resistencia a los antibióticos que se expande entre las bacterias por medio de TGH. No pasan cualquier fragmento y en cualquier momento, sino que evidentemente hay cierta influencia de las condiciones ambientales.

Esta es una más de esas teorías revolucionarias que se oponen al punto de vista imperante. Otro podría ser la «teoría endosimbiótica» de Lynn Margulis, o el descubrimiento de los transposones por Barbara McClintock.

Carl Woese investigó el código genético, el cual se cumple de forma casi universal en todo el mundo vivo. Es decir, los aminoácidos que conforman las proteínas, se corresponden con «tripletes» o grupos de 3 nucleóticos o «bases» del ADN. Hay 64 tripletes (llamados codones una vez pasados al ARN) y 20 aminoácidos, por lo tanto, los aminoácidos son codificados por más de un triplete se bases de ADN. Pues bien, se sabe que los mismos tripletes corresponden a los mismos aminoácidos en todos los seres vivos, con alguna excepción. Tradicionalmente se pensaba que esto se debe a que todos los seres vivos provienen de un ancestro común (a veces lo han llamado LUCA o «Last Universal Common Ancestor») para todos. ¿Por qué solo un ancestro, si la vida se formó de formas muy distintas? A esto, se respondía que era ese código genético el que generaba una mayor ventaja (la actual teoría lo basa todo en «lo que da más ventaja») y por lo tanto sobrevivió mientras las demás formas de protovida perecieron. Lo que Carl Woese y sus colaboradores mostraron con su revolucionaria teoría es que no hubo un solo ancestro, sino que en el origen de la vida las distintas formas de protovida se intercambiaban información unas a otras mediante TGH, y así combinaban sus características. En su artículo, defendía que la evolución no podía haberse dado de un modo «darwinista» en su origen y que el árbol de la vida carecía de raíz, hasta el momento en que los organismos estuviesen ya protegidos de la TGH. Hubo cuando menos, una época «pre-Darwiniana»:

«Its special role in any form of life leads inexorably to the rather striking prediction that early life must have evolved in an inherently Lamarckian way, with vertical descent marginalised by the more powerful early forms of HGT[23]. Such gradual refinement through the horizontal sharing of genetic innovations would have led to the generation of a combinatorial explosion of genetic novelty, until the level of complexity, as exemplified perhaps by the multiple levels of regulation, required a transition to the present era of vertical evolution. Thus, we regard as rather regrettable the conventional concatenation of Darwin’s name with evolution, because there are other modalities that must be entertained and which we regard as mandatory during the course of evolutionary time. «

Me he quedado muy corto hablando sobre la influencia de este caballero, pero no quiero hacer mensajes muy largos para no saturar. Pero creo que le dedicaré otro post porque hay mucho más que decir. Por cierto, se me olvidó decir que murió el 30 de diciembre de 2012.

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4 comentarios sobre “EL 30 MURIÓ CARL WOESE.

  1. Pues si te has quedado corto y no saturas…

    Sorprendente lo que ha dicho este hombre:

    Its special role in any form of life leads inexorably to the rather striking prediction that early life must have evolved in an inherently Lamarckian way, with vertical descent marginalised by the more powerful early forms of HGT

    Bueno, yo creo que es muy interesante. Veo que todavía en tiempos modernos hay científicos que creen en Lamarck.

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