Acabo de terminarme otro de esos libros que por desgracia son bastante difíciles de encontrar fuera de internet, y os quiero hablar un poco sobre las importantes cosas que dice, aclara y sobretodo lo que propone. El libro no es otro que ‘Teoría Pura de la República’ escrito si no me equivoco en 2011 por Antonio García Trevijano. El libro es un chorro de agua fría para cualquiera que defendiendo el sistema político en el que vivimos, se atreva a leerlo. Un libro que recomiendo a cualquiera que piense que es democrático vivir en un estado de partidos, o partitocracia, en el cual la única posibilidad de elección por parte de la gente es la de elegir cada cuatro años entre un partido u otro, y que esto es mejor que nada y el opuesto directo de una dictadura totalitaria.
En realidad, estamos votando para ver a quién le concedemos un poder absoluto, porque el partido que saque más votos constituirá el Gobierno (poder ejecutivo) pero también tendrá la capacidad de hacer las leyes (legislativo) y de nombrar jueces afines a su partido (judicial). Nos encontramos en una situación que desconecta por completo a los gobernantes de la gente, ellos tienen todo el poder y la gente ninguno. Esto no puede recibir otro nombre que el de ‘oligarquía de partidos’, siendo en el caso español el rey tan solo un miembro más de la oligarquía, solo que hay que aguantarlo por huevos. La oligarquía se caracteriza por el uso de la demagogia, la propaganda y la corrupción, todo para mantenerse en el poder, que es el objetivo de los partidos políticos, y no lo hacen así porque sean mala gente (por supuesto que muchos lo son, solo que esa no es la causa) sino porque nadie controla su poder. En el caso de España, tenemos una Constitución que fue redactada por una serie de personas a las que nadie eligió, y que se instituyeron a si mismos como jefes de partidos políticos que son los que ahora votamos. Si nadie eligió a las personas que la redactaron, ¿creemos que la Constitución de 1978 es democrática? ¿Solo porque en su día, y poco tiempo tras la muerte de Franco, la opción de elegir ‘sí o no’ a dicha constitución?
Una de las cosas de las que aún tiene que desengañarse mucha gente es de que vivimos en libertad y en democracia, ya que much@s todavía confunden votar con elegir o sea, creen que si el pueblo va a votar entre una serie de oligarcas (no importa que sean de izquierdas, de derechas, comunistas o conservadores) eso significa que el pueblo tiene el poder. Tanto en el Parlamento Europeo como en los Estados de partidos de toda Europa, a nivel nacional, el poder lo ostentan una serie de partidos políticos según la cuota de poder que los votantes les conceden con sus papeles. La votación no es mas que un trámite administrativo en el que se da a optar por un día a la población civil entre un partido u otro, para que ese partido obtenga el poder absoluto, sobre 3 poderes que no están separados. En un sistema donde el partido que salga elegido por muy buena que sea su intención, no tendrá capacidad alguna, ya que estará separado del pueblo, de oponerse a los grandes poderes económicos (FMI, BCE, Reserva Federal, Banco Mundial, grandes corporaciones…). Su desconexion con el pueblo hacen quedar todas sus bonitas palabras en mera propaganda de campaña. ¿Que posibilidad tiene el pueblo de controlarles cuando acceden al Parlamento europeo o al Congreso de un país gracias a los votos obtenidos? ¡Ninguna!
Un poder sin posibilidad de ser controlado, junto a la farsa de las elecciones para que la gente ratifique el poder de unos pocos. No importa que partido salga elegido, si su poder no puede ser controlado, no es democrático. ¿Qué se podría hacer, cómo realizar de verdad un sistema representativo y democrático?
Lee la siguiente entrada.
Como distrito me quedaría con el municipio para elegir a ese representante para órganos supramunicipales. Y si estamos mal repartidos ya nos recolocaremos que buena falta nos hace.
Lo que no acabo de ver es la necesidad de cámaras fijas ni con presencia de todos los representantes de cada distrito. Por razones de eficiencia en la toma de deciciones según el asunto a debatir debieran estar representantes de unos lugares y según qué de otros. Y por motivos de minimizar desplazamientos un día podría venir mejor Valencia, otro Murcia y el siguiente Valladolid. Polideportivos, plazas de toros o iglesias las hay en todas partes
saludos
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Buenas Dani, la verdad es que sería impresionante llegar a ver esos espacios convertidos en lugares de realización de la democracia. Te explico según lo que recuerdo del libro:
Para crear unas leyes que representen al conjunto de la sociedad y sean iguales para tod@s, pero al mismo tiempo representativas, esto requiere la participación de los diputados de todos los distritos. Estos se reunirían en una Asamblea que sería el órgano encargado de: 1) Prevenir abusos por parte del Estado (ejecutivo) 2) Votar y aprobar las leyes, teniendo solamente la Asamblea esta capacidad, sin que el Estado intervenga. Una forma eficaz de hacer esto según la teoría de la RC sería que se dividiera en 1) Cámara de Representantes (que represente a los intereses diversos e individuales de los distintos distritos) y 2) Consejo de Legislación (quien representaría al conjunto de la nación). La Cámara tiene la doble función de controlar al Gobierno por medio de comisiones encargadas de ello, y de votar las leyes. El Consejo examina y aprueba esas leyes. Cualquiera de los 3 poderes puede proponer una ley. Primero esa ley es examinada y estudiada por el Consejo, para ver si se ajusta a los principios de ‘nacionalidad’, ‘generalidad’ etc. Luego la Cámara de Representantes vota la aprobación o no de esta ley. Si es votada positivamente, el Consejo la aprueba, si es votada negativamente, habrá de esperarse 1 año para que pueda volver a ser propuesta.
De este modo habría un equilibrio de poder entre el legislativo (representado por el presidente del poder legislativo y el Consejo) y el Gobierno (representado por el Presidente de la República y los ministros). El poder judicial, por supuesto independiente y elegido por el conjunto del ‘cuerpo jurídico’ no tendría peros ni intereses para defender al Gobierno, como sucede hoy descaradamente. No hay presunción de inocencia: si alguien está imputado o es simplemente sospechoso, se le elimina de su cargo. Los diputados son todos permanentemente revocables y sustituibles por ‘suplentes’. Estos suplentes trabajan en cada ayuntamiento de distrito para transmitir los intereses de los habitantes al diputado. Sustituyen al diputado en caso de defunción, entre otros motivos.
Yo no sé si este modelo es perfecto, pero sin duda mejor que el que ahora tenemos. ¿Tú tienes un modelo distinto en mente?
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Habiendo lo que hay, evidentemente que lo cambio rápidamente por lo que propones. Pero preferiría otro tipo de organización mucho menos farragosa. Idealmente y en pocas palabras te la he expuesto en el mensaje anterior. Se resumiría en tratar fuera del municipio aquellos asuntos que trasciendan del distrito. Deberían ser pocos, ocasionales y con protagonistas distintos. No es lo mismo abordar asuntos pesqueros mediterráneos que cantábricos ni deben sentarse en una mesa manchegos a entenderse.
saludos
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Ya aviso que lo más seguro no entiendo a fondo la teoría de la RC como para poder defenderla en eso, pero creo que en lo que puse arriba solamente se refiere a hacer las leyes, algo que debe aglomerar a representantes de todos los distritos, pero está claro que es bueno que haya una comunicación permanente entre el pueblo y los que deciden los asuntos regionales con independencia de empresas, bancos, o grupos de presión del propio Estado. Sería muy bueno poder elegir candidatos para tratar temas regionales, incluso en cada distrito no tan solo elegir a un diputado para la Asamblea central, sino también personas encargadas de los distintos temas: pesca, agricultura, comercio, finanzas, trabajo, cultura, ecología, sanidad, etc. Sería increíble si todos estos asuntos estuviesen también sometidos a algún tipo de representatividad por parte de personas elegidas por el pueblo! Y estas personas se ocuparían de asuntos tanto dentro del distrito como se desplazarían para tratar temas en conjunto con otros distritos implicados. ¡Y los diputados que hagan las leyes en la Asamblea también son importantes pues afectan a toda la nación!
En fin, no te puedo definir mi impresión al imaginarme un sistema tan participativo, democrático y sobretodo, tan increíblemente fácil de explicar y de aplicar en la realidad.
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Vivimos engañados.
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Reblogueó esto en Me Llamo Tierra.
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La Democracia de una Republica Constitucional no garantiza que los diputados que se presentan por libre no sean candidatos de las grandes empresas y poderes,gente financiada por sus intereses de clase dominante,sin partido las intenciones se tornan mas turbias porque no tiene una ideología clara ni programa al cual el votante sabe si le gustara o no la forma de politica.
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…ademas una verdadera democracia no solo debe tener poder legislativo,sino poder popular y mas participativo no solo votar cada 4 años darle decision al pueblo sobre sus necesidades cotidianas,democracia es poder del pueblo y ellos son los que deben gobernar desde un barrio una ciudad,o nacion poniendo la economía al servicia de los ciudadanos y no en manos de la oligarquía como ahora.
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¡Buenas! Entonces ¿tú cómo harías un sistema democrático? En el modelo que estoy defendiendo se da un poder popular increíble, mira los comentarios justo por encima de los tuyos en esta entrada, no solo se daría la elección de un diputado por distrito para que participe en el poder legislativo, sino que dentro de cada distrito tendría que darse un movimiento político sin precedentes, incluso asamblearismo y elección de cargos que se ocupen de asuntos locales, en permanente comunicación, por diferentes mecanismos (consultas, resultado de las asambleas populares, encuestas etc) con los más o menos 100.000 habitantes de ese distrito. Claro, si fueran más de 100.000 ya se empezaría a hacer difícil la conexión entre el representante y lo representado, es por eso que dividir un país en elementos de 100.000 personas facilitaría mucho la democracia!
Por otra parte, no sé cómo impedirías tú la corrupción de los cargos, que no hicieran lo que han dicho hacer etc. El modelo de RC propone la revocabilidad constante, el mandato imperativo, sacar a los partidos del poder para cambiarlo por 3 poderes separados y elegidos en elecciones distintas. En fin, si se te ocurre algo mejor dilo, no se me ocurre algo más popular que esto.
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Bien, voy a intentar responder a eso último, quedando claro que sólo puedo hacer un breve resumen y que muchos puntos de cierta importancia se pueden quedar en el tintero.
1. Lo primero es la separación de poderes. Sin esto no tenemos nada. Para ello, la única vía es que haya tantas elecciones como poderes. Y tampoco lo garantiza, no seamos ingenuos: muchos electores votarían a la misma opción política en las tres. Pero, tiene una ventaja: el pueblo así lo ha decidido.
2. Prohibición de indultos. Aparte de ser un excelente caldo de cultivo para la corrupción, es una intromisión inexcusable del poder ejecutivo en el judicial.
3. Derogación del artículo 67.2 de la Constitución. Es más, lo que yo haría es cambiar el texto por el siguiente: «Todos los cargos públicos electos SÍ estarán vinculados por mandato imperativo a su programa electoral. Cualquier incumplimiento del mismo será motivo suficiente para que cualquier persona, física o jurídica, en el legítimo ejercicio de la acción popular, pueda presentar querella, que será atendida, ante los tribunales de justicia».
4. Prohibición de la disciplina de voto en los partidos. Si funciona bien el anterior, esto es redundante, pero la disciplina de voto es una de las principales lacras de nuestro sistema, por lo que debería ser perseguida, incluso penalmente.
5. Las Iniciativas Legislativas Populares deberían presentarse ante el Tribunal Constitucional. Tras su estudio deberá emitir un dictamen declarando la constitucionalidad o no de dicha ILP. Si ésta es afirmativa se a las Cortes Generales sin posibilidad de inadmisión.
Bueno, en principio y para iniciar un posible debate, ya me daréis (si os parece bien) vuestra opinión.
Salud
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Nicolás, la verdad es que eso que propones coincide también en todo con lo que García Trevijano describe en sus libros. Sin embargo, él piensa que la única forma de garantizar todo eso es que en vez de elegir partidos políticos con un programa fijo, y con una lista de diputados adepta a ese partido (esto ocurre igual si la lista es abierta o cerrada, pues todos los de la lista pertenecen al partido y no pueden contradecirlo) se escoja a diputados independientes. Eso para el legislativo, y luego el ejecutivo aparte, eso también lo propone la RC. Entonces, no hay ninguna diferencia entre lo que ambos pensamos que debería ser. O ¿tú mantendrías la elección entre distintos partidos políticos estatales?
Bueno, Trevijano va más allá diciendo que hay que hacer una nueva Constitución que surja de un período de libertad constituyente a saber, que sea el pueblo quien democráticamente elija a aquellos que van a redactarla. Esa Constitución es la que deberá garantizar todo eso que dices, separación de poderes, libertad colectiva (es decir, el poder lo tienen los ciudadanos y no los partidos, aunque los partidos sean elegidos para disponer de dicho poder) y un largo etc.
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De ahí el punto 4. Si el representante es fiel al programa que exhibió como candidato… ¿qué problema hay en que esté afiliado a un partido, simpatice con él o, simplemente, pretenda beneficiarse de su márketing? Cada partido puede diseñar la política que le parezca correcta, el único problema es si publicita otra diferente para alcanzar el poder y, una vez en él, pretende implantar otra. Yo no estoy afiliado ni simpatizo con ningún partido (eso sí, unos me caen peor que otros), sin embargo, me parece gravemente atentatorio contra la libertad el prohibirlos. De ahí que no tenga nada en contra de que se presenten a las elecciones. Pero, con 2 observaciones: 1) Riguroso cumplimiento del programa electoral (debe ser como la publicidad comercial: vinculante) con severas sanciones en caso contrario, siendo la más leve de ellas la revocación del cargo; y 2) Las listas cerradas plantean un problema: ¿de quién es el escaño otenido, del partido o del representante? Si es del representante, podría darse un caso de transfuguismo. Si es del partido, debe concurrir con programa único y sus afiliados quedan vinculados individual y colectivamente a éste.
Una reforma total de la Constitución es una tarea casi imposible. Se necesitan 2/3 de votos a favor del nuevo proyecto en ambas Cámaras. Si sale, hay que disolver las Cortes y convocar nuevas elecciones. Ambas Cámaras de las nuevas Cortes deben aprobar el proyecto, nuevamente, por 2/3 de miembros en cada una. Tras eso, debe someterse a un referéndum preceptivo y vinculante para su aprobación.
En cambio, y dado que nada de lo que dije antes afecta a los Títulos preliminar, primero ni segundo, todas reformas pueden hacerse por vía del art. 167: mayoría de 3/5 en cada Cámara (y, si no se alcanza en el Senado pero alcanza la mayoría absoluta, deberá aprobarse en el congreso por 2/3). Sin necesidad de disolver las Cortes (recuerda la reforma del 135, entre Zapatero y Rajoy).
Seguimos manteniendo posturas diferentes en lo que respecta al sistema electoral y, en lo que mantiene Trevijano sobre las elecciones al poder judicial, que sólo sean los juristas los únicos que puedan hacerlo. La aplicación de la Ley por parte de jueces y tribunales nos afecta a todos, y todos tenemos algo que decir en eso. Además, con la idea de Trevijano, se puede establecer, más tarde o temprano, una casta con un enorme poder sobre los otros dos y sobre el conjunto de la nación.
Salud
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El problema no es que el diputado de distrito pertenezca a un partido, sino que le deba obediencia en su función en la Asamblea. Esto ocurre cuando lo que se elige es precisamente a partidos, independientemente de que las listas sean abiertas o cerradas, es decir, con el sistema proporcional donde se presentan partidos, y no diputados independientes que tengan la misma participación sin privilegios. Es así de simple, los partidos nadie ha dicho nada de prohibirlos, recordemos que actualmente hay varios partidos ilegalizados como son Batasuna y PCE(r), sino que no sean financiados por el Estado y que actúen en la sociedad pero no dentro del Estado como tales. Ya he explicado por qué es mejor elegir diputados independientes y no a partidos por lo que estos no tendrían que presentarse en bloque a unas elecciones. La democracia no entiende de ‘bloques’ (personas que piensan todas lo mismo, necesariamente por obediencia a su organización). No me digas que los partidos políticos tienen una estructura democrática, ya que claramente están jerarquizados y nadie asciende si se aparta de la línea de pensamiento que a ese partido corresponde. Quien se meta dentro de un partido para intentar cambiarlo, me parece que lo tiene muy difícil.
La actual Constitución no es legítima, ya que la han hecho una serie de personas (los ‘padres de la Constitución’) a los que nadie había elegido. Por tanto sería bueno hacer una nueva que parta de la libertad del pueblo. El método con que haya que hacerla, no me importa si pasa por encima de la actual. Desde luego, no habría que contar con que los partidos políticos lo aprobasen, eso sería absurdo, sería el fin de su poder y de su corrupción.
EN cuanto a los jueces, ahora mismo no tengo ya el libro, pero era bastante amplio el número de personas que podían elegir a los jueces. No solamente los jueces mismos, sino los abogados, los catedráticos, y una larga serie de cargos que son los que harían una elección independiente de los jueces para los Tribunales. Se garantizaría pues una independencia del poder judicial que mediaría entre el legislativo y el ejecutivo, juzgando a ambos cuando se extralimitaran, si otras garantías no fueran suficiente. Te recuerdo que los jueces tienen que basarse en las leyes que están elegidas por los ciudadanos gracias a la Asamblea. Por tanto, también están controlados.
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Primero, vamos con la Historia. La Constitución vigente no es democrática, eso es demostrable. Pero, decir que no es legítima es ir demasiado lejos. Los ponentes que la redactaron salieron de las elecciones del 77, de entre sus diputados electos. Aunque la hubieran redactado elementos extraños a las Cortes, los diputados la debatieron y aprobaron, artículo por artículo. Y, como guinda final, fue ratificada por referéndum por abrumadora mayoría y con un índice de participación muy elevado (no tengo ganas de rebuscar en wikipedia para recordar viejos datos, hazlo tú, si quieres).
El que haya partidos ilegales no quiere decir que todos tengan que serlo. Los dos ejemplos mencionados lo están por supuesta vinculación con organizaciones calificadas como terroristas (en el caso del PCE(r) está claro: nunca lo han negado). En ningún momento he dicho que los partidos (o sindicatos) tengan que ser subvencionados por el Estado (es decir, con los impuestos de todos). Pero, de ahí a su ilegalización, de hecho o de derecho, me parece que va un abismo: atentas contra la libertad de asociación, amparada por la DUDH, el PCDCP y la CEDH, por citar sólo 3 documentos del Derecho internacional público.
Lo importante es la vinculación del candidato (individual o colectivo) con su programa. Las promesas han de ser de obligado cumplimiento o la democracia sólo existirá sobre el papel (como ocurre en nuestro caso actual). Así que no me preocupa tanto el que haya partidos políticos (al fin y al cabo, ni a todas las personas les interesa la política (y están en su derecho), ni tienen capacidad para pensar por sí mismas, con lo que necesitan el apoyo del rebaño que creen más cercano a sus principios y/o intereses). Me preocupa mucho más la injerencia en este derecho (el de asociación). En cualquier caso, como ya te he explicado en el otro post, da igual con partidos como con candidatos independientes: el modelo de 1 candidato electo por circunscripción puede llegar distorsionar gravemente la voluntad popular.
Y, en cuanto al poder judicial, no es cuestión cuántos tendrían derecho al voto, sino de cuáles (por exclusión) no lo tendrían. La ley que ha votado una sociedad y que se le aplica por un elemento ajeno a ella, puede llegar desvirtuada, con lo que la única manera de asegurarse que se cumple el propósito del legislador (que, se supone, que es el de la sociedad misma) es que los mismos justiciables elijan a los jueces que la han de interpretar y aplicar. Dejar esta importante función (porque justiciables son, también, los miembros de los otros dos poderes y de la administración, tanto en su faceta de ciudadanos como de miembros de los respectivos poderes) en manos de una camarilla, en la que los cargos podrían ser nombrados en función de los favores esperados y no por el interés general, ya me dirás el camino que lleva.
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Para hacer una constitución el pueblo debe elegir unos Diputados expresamente para hacer una Constitución, denominadas Cortes Constituyenntes.Aquí en el 77 nos engañaron y elegimos unos Diputados a Cortes legislativas y sin previo aviso ( ya que fue redactada en secreto) ni mandamiento,hicieron una Constirución.Eso( en palabras de D.Antonio Gª Trevijano) fué un golpe de Estado constitucional.
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