LAS COLECTIVIZACIONES DURANTE LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA.

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Hola a tod@s, esta entrada la quiero dedicar a algo que sucedió en nuestro país y que creo que todos deberíamos recordar y también algo de lo que todavía a día de hoy podemos aprender muchísimo. ¿Que por qué debemos recordarlo? Porque pienso que para nosotros es muy importante todo aquello que nos convierta en personas responsables, autónomas, capaces de darnos a nosotros mismos todo lo que necesitamos por muy duras que sean las circunstancias en que vivamos. Esto fue lo que hicieron en muchos pueblos de España sus habitantes sobretodo a partir de la guerra civil que comenzó en 1936. El alzamiento del 18 de julio fue un gran impacto para el gobierno. En muchos lugares la población se apoderó del campo, al igual que sucedió en algunas ciudades como Barcelona, en la que los trabajadores se habían apropiado de la industria casi por completo al poco de comenzar la guerra.

Voy a poneros partes del libro del historiador Hugh Thomas sobre la guerra civil, porque creo que es una fuente de confianza sobre el tema.

«En la España republicana había tal vez unas 2.500 colectividades: varios centenares en Andalucía, unas 450 en Aragón, unas 350 en Levante, y quizás 300 en Castilla. En Cataluña sólo había unas 80, y en la pequeña zona de Extremadura que aún pertenecía a la República, unas 40. Todas estas innovaciones agrarias no estaban dominadas exclusivamente por los anarquistas, ni mucho menos; había unas 800 colectividades socialistas y alrededor de 1.100 tenían uno o dos socialistas en sus comités. Las familias que trabajaban en las colectividades agrarias sumaban casi medio millón de personas, y el total de la tierra cultivada en régimen colectivo ascendía a casi 9 millones de acres. (…) Naturalmente, seguían existiendo muchos propietarios privados que deseaban seguir igual que antes.»

Como se puede ver, no solamente significaba que los trabajadores decidían cómo hacer su trabajo, sino que se abolió la propiedad privada de la tierra y los frutos producidos, pasaban a pertenecer a todos aquellos que trabajaban, tanto hombres como mujeres. Así, formar parte de una colectividad implicaba tanto el participar en el trabajo como el disfrutar de lo que se produzca, tener garantizado todo lo necesario para poder vivir. No existe ningún propietario de la tierra al que se le deba nada. De hecho, a las personas que deseaban tener su propia tierra, se les permitía hacerlo pero con una condición: la tendrían que cultivar ellos mismos, no podían tener empleados. Porque el trabajo asalariado es explotación. Lo tenían muy claro.

«La mayoría de las colectividades de los pueblos o las ciudades pequeñas estaban dirigidas por una alianza de la UGT y la CNT. Cualesquiera que fueran las diferencias entre estas dos organizaciones, o entre sus dirigentes, a nivel nacional, en muchos pueblos pequeños sus relaciones fueron buenas durante toda la guerra. Estos miembros de la UGT eran en su mayoría, personas que habían ingresado en el movimiento socialista en 1931 o 1932 y habían tenido un papel muy importante en la política agrícola antes de la guerra. A diferencia de los socialistas de las ciudades, estos socialistas rurales se mantuvieron muy al margen de la influencia comunista. (…) Las relaciones entre los campesinos privados (a menudo apoyados por su condición de miembros del Partido Comunista) y las colectividades fueron mejorando a lo largo de 1937.»

Como veremos más adelante, el comunismo fue uno de los enemigos de estas formas de vida. Pero, ¿cómo funcionaban, cómo estaban gestionadas?

«Los miembros dirigentes de los sindicatos locales declaraban constituidas las colectividades, y nombraban los ‘delegados’ que se encargarían de las diferentes ramas del trabajo: ganado, vino, aceite, etc, incluyendo estadística, transporte, administración e intercambio. La reunión de estos hombres constituía el consejo de administración de la colectividad, formado por un presidente, un secretario, un vicesecretario, un tesorero, y tal vez otros cuatro miembros. En algunos sitios este consejo se constituía mediante votación de una ‘asamblea general’ de la colectividad. El mismo delegado podía ejercer varios cargos, siempre que le permitieran realizar su propio trabajo en el campo: estos hombres, sobretodo, no eran políticos profesionales ni funcionarios. Para que quedara claro que no se ganaba nada por ser delegado, a menudo los miembros del consejo recibían menos paga que los trabajadores ordinarios. (…) Las ganancias, si las había, iban a la cuenta de ahorro regional, para ayudar a las colectividades que no podían cubrir sus gastos. (…) Todos los que ingresaban en la colectividad aportaban sus tierras, sus instrumentos de cultivo y sus existencias.»

Las colectividades no fueron para nada un fracaso: en muchos lugares la producción aumentó, por ejemplo, aumentó la producción de trigo en Aragón y el centro de España, mientras que disminuyó en Cataluña y Levante, donde había más campesinos propietarios. Este es un dato puntual, y es verdad que debido a las dificultades de la guerra, muchas colectividades no podían abastecer a las tropas asentadas cerca, así como a los numerosos refugiados que iban llegando de diferentes lugares. El bloqueo que los nacionalistas tenían sobre prácticamente toda la costa del país, impedía la llegada de materias primas por ejemplo, lo que provocaba hambre en la zona republicana.

«Los salarios variaban de una colectividad a otra, y en realidad se seguía el criterio de que cuanto más rica era una colectividad, mejor pagaba a los trabajadores. (…) En cambio, en muchos sitios daban gratis un poco de aceite, vino, pan e incluso carne, no se pagaban alquileres, y también eran gratuitos la luz eléctrica (donde la había), el barbero, la asistencia médica y las medicinas. Los salarios generalmente variaban según el tamaño y las necesidades de la familia. Como hemos visto, el dinero se abolió totalmente en muchos sitios, pero en la mayoría de ellos, al cabo de pocos meses, o fue sustituido en forma de vales o bonos, o reapareció con el pago de un ‘salario normal’ como en cualquier otro sitio.»

Las colectividades introdujeron por primera vez en este país, muchas de las cosas de las que luego se llamarían ‘estado de bienestar’ como asistencia médica gratuita, educación gratuita (pues tenían escuelas y ateneos donde poder formarse de forma voluntaria) y otras. Como véis, se utilizaba el dinero como lo que es: un método que facilita los intercambios allí donde no es fácil cambiar las cosas directamente. Pero era un dinero que controlaban ellos mismos, y no por entidades bancarias ni nada semejante, entidades que explotan a todos los que acuden a estas. En muchos lugares utilizaban monedas locales, y solo en las zonas más importantes reintrodujeron la peseta. Así el dinero no se convertía en una fuente de explotación, en deuda, en usura.

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«Desde el punto de vista del gobierno, la principal desventaja práctica de las colectividades era que no pagaban impuestos; y aunque los anarquistas decían que ‘consideraban un deber sagrado llevar los alimentos directamente al frente’ estos llegaban a intervalos irregulares, o sea que no se podía contar con ellos, y a menudo se malgastaban. Y tampoco se podía contar con que las colectividades siguieran las directrices gubernamentales, a pesar de la presencia de representantes de la UGT en muchos consejos de administración. «

Bueno espero no haberos cargado con mucha información que leer… y espero que os pueda dar una idea de lo que fueron estas experiencias únicas en toda Europa. Demostraron que se puede abolir la propiedad privada y convivir de una manera solidaria. Leyendo sobre las colectividades, me sorprende lo que se parecen a lo que proponía en esta entrada, aunque en esos momentos pensaba que era una locura. Me he dado cuenta que ya se ha hecho, y no es una locura. MANIFIESTO

En estas colectividades, los trabajadores no tenían que pedir permiso para serlo: con lo cual vemos que serían una solución a la ruinosa situación de paro que vive este país actualmente. Eran capaces de sacar al mayor partido para producir lo que se necesita, y no depender de importaciones. Como trabajadores, eran también gestores. Controlaban sus vidas al menos en el nivel más elemental de ésta: la alimentación, el techo y la salud. También controlaban su propia educación, algo que propongo retomar en este archivo: ARCHIVO EDUCACIÓN. Si la cosa hubiera ido más lejos, si no hubiera sido reprimida, este control se habría llevado a otros ámbitos. En resumen, demostraron que podemos controlar nuestra vida y trabajar por y para nosotros mismos, sin tener que esperar que alguien acepte un conveniente contrato asalariado como sucede hoy día, y sin depender de ninguna presunta ‘situación económica nacional o internacional’. Nos han dado una lección que debemos aprovechar y tener en nuestro pensamiento.

 

13 comentarios sobre “LAS COLECTIVIZACIONES DURANTE LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA.

    1. Hola! ¿Eres de Méjico? Aquí en España hay algunas cosas estoy seguro, pero no las conozco personalmente. De todos modos hay que adueñarse de la tierra con lucha y luego ponerse a trabajarla. Aquí hay mucha gente que cultiva sus propios huertos, algunos seguramente que viven de su propia producción, pero que eso se lleve a hacer de forma colectiva con lucha social, eso no se ha dado que yo sepa en este país, como se dió en 1936.

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  1. Me ha encantado el documental .

    Yo también soy de León y conozco a la gente de Matavenero desde hace muchos años.. y estoy contenta de que siga existiendo, es una historia increíble , porque era un pueblo abandonado en la montaña leonesa , con un clima duro, que fue poblado por unos hippies (o así los llamaban en Astorga ) , la mayoría de los que yo conocí eran alemanes .

    Ahora allí habita gente muy diversa , cultivan los huertos, muchos de ellos medicinales , y principalmente se dedican a la artesanía . Si alguien se quiere unir al pueblo si que puede cultivar un huerto y construirse una casa de manera gratuita . Aunque quieren conocer antes a la persona , luego ya te permiten construirte tu casa , y no tienes que pagar, al menos antes era así.

    Cuando yo era pequeña pusieron durante una temporada un tipi muy grande en Astorga con fotos y todo tipo de información acerca del pueblo, podías entrar libremente y había una hoguera y actividades, teatro de sombras, artesanía,etc.. a mi me encantaba, le dije a mi madre de unirme al pueblo, pero ella dijo que no. Ellos siempre te invitaban a unirte al pueblo.

    Cuando fui al instituto conocí a una chica de Suiza, que también era de allí, de Matavenero , y les habían obligado a escolarizarse en la secundaria, pero antes siempre habían tenido educación libre allí en el pueblo, ahora creo que siguen teniendo una escuela libre allí, y más niños que en otros pueblos de España.. La madre de esta chica siempre se quejaba de la educación y de los deberes, etc.. del instituto , y los profesores siempre hablaban de lo escandaloso que era que no hubiesen ido a la primaria aquellos niños… que si tenían que haber seguido la escolarización obligatoria , etc…

    Son historias muy diferentes , porque una trata sobre personas que eran totalmente explotadas durante muchísimo tiempo y que luchan por cambiar las cosas , y otra de un lugar abandonado que es habitado por gente de fuera que lo revitaliza y crea una sociedad alternativa.

    Pero ambas son muy interesantes .

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    1. Vivir en el campo está bien, pero si no se extiende la idea, se queda en un simple ejemplo a imitar, aunque otras iniciativas, como la de Primout, hayan acabado en fracaso.Lo bueno es que se propague la idea, y que la gente se entere, como con estos nuevos videos sobre Matavenero.http://youtu.be/rDu5BpV5S2o
      En cuanto a la explotación, esta no se acaba por irse a vivir a un pueblo deshabitado y rehabilitarlo.Como decía Bakunin: «No soy verdaderamente libre más que cuando todos los seres humanos que me rodean, hombres y mujeres, son igualmente libres».

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  2. » Como hemos visto, el dinero se abolió totalmente en muchos sitios, pero en la mayoría de ellos, al cabo de pocos meses, o fue sustituido en forma de vales o bonos, o reapareció con el pago de un ‘salario normal’ como en cualquier otro sitio» y eso por qué?

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    1. Hola, gracias por tus comentarios. Bueno te diré cómo lo veo yo. Haya o no haya dinero sí tiene que haber alguien que organice los intercambios de materias entre los habitantes de una colectividad o distintas colectividades (o incluso soldados en frentes de guerra). En algunos casos puede ser que se organicen todos los intercambios de forma directa, física: se lleva aceite a un lugar a cambio de sacos de harina (por ejemplo). Otras veces entiendo que el intercambio no podrá ser de esta manera para todo, y tiene que haber intermediarios que con un dinero, vale o bono compren un producto y luego lo vendan o intercambien en otro sitio. Esto es un medio que facilita los intercambios y así creo que es bueno utilizarlo. El problema del dinero no es el dinero en sí (son papeles, y como tales no matan a nadie) el problema es quién controla esa emisión y distribución del dinero. En las colectividades se abolió esa dominación central o por parte de los bancos del dinero, y paso a estar controlado LOCAL y DEMOCRÁTICAMENTE lo cual es una garantía de que nadie estará sin poder conseguir pan, comida, agua, herramientas de trabajo, educación, salud y demás bienes que estas colectividades ofrecían a todos.

      Que en algunos lugares incluso recuperasen la peseta no significa nada malo, solo que la peseta era una moneda necesaria para muchas operaciones comerciales en ese momento.

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    1. Era la principal desventaja para el Gobierno republicano, por supuesto, pero no para ellos, que estaban libres así de una pesada carga, la misma que hace tan difícil la vida hoy día en nuestro país, la misma que hace tan difícil abrir un negocio. Los impuestos. Yo estoy en contra de ellos por completo, abolir los impuestos fue un gran avance de esta gente.

      Y no caigais en la estupidez de decir: si no hubiera impuestos tampoco habría sanidad, educación o seguridad estatal… Porque nada impide que se hagan impuestos voluntarios, pero que pague quien quiera. Si alguien consigue organizar todo lo que necesita en una colectividad, ¿para qué demonios iba a pagar impuestos?

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