LA FELICIDAD EN NUESTRA ÉPOCA.

Mucho se puede hablar de lo que significa la felicidad para cada persona, pero al final, no es un concepto tan abstracto. Nuestro estado de ánimo es real y depende de circunstancias y factores también reales, que coinciden para todos. Y creo que incluso, entre aquél hombre o mujer que nace en alguna tribu perdida de la selva y un ciudadano de alguna de las grandes urbes de piedra y asfalto, comercios y capitalismo, habría cosas en común en cuanto a esto del bienestar emocional, del llenado de ese vacío, pero visto desde diferentes ópticas, nada más. Quiero retomar algo que dice Ted Kaczinsky en su ‘Manifiesto’, del que os hablé aquí [ EL MANIFIESTO DE TED KACZINSKY ]. Mantiene que todo ser humano para ser feliz y estar completo y satisfecho con su vida, tiene que cumplir tres cosas:

1) Tener objetivos.
2) Realizar algún esfuerzo para alcanzarlos.
3) Tener éxito en conseguirlo.

Sin estas tres condiciones, la persona seguramente se hundirá en una depresión, o se verá frustrada. Otra posibilidad es que se lance a lo que en este documento se llaman ‘actividades sustitutivas’ es decir, otro tipo de intereses que sirven para llenar ese vacío, pero que realmente son solo pasatiempos y nunca satisfacen del todo. Estas actividades serían propias de personas que tienen de todo sin esforzarse por ello, y pone el ejemplo de cómo el emperador japonés Hirohito llegó a hacerse un experto en biología marina, algo que no necesitaba y que nunca llegaba a completar del todo, por muchos conocimientos que alcanzase, como sucede con muchas actividades intelectuales entre ellas la investigación científica, que cumple estas dos condiciones: una, que no es necesaria para la supervivencia, y dos, que nunca llega a satisfacer del todo. En el manifiesto, que es una colección de grandes aciertos, dice que en la sociedad industrializada actual, los bienes básicos ya nos vienen hechos de fábrica, y solo tenemos que ir al mercado a comprarlos. En vez de esforzarnos en su elaboración, obtención, etc, cosa que era totalmente necesaria y ocupaba mucho tiempo en las sociedades cazadoras-recolectoras, o incluso agrícolas y ganaderas, ahora lo importante es el dinero que se obtiene con un trabajo. El trabajo, que una y otra vez resulta ser fácil y rutinario, en lugar de requerir un verdadero esfuerzo, a veces tan solo requiere la ocupación del tiempo en hacer lo mismo una y otra vez y sin moverse del lugar. Muchos trabajos, desde luego, no requieren el suficiente esfuerzo como para satisfacer ese requisito para la felicidad como es el punto número 2. Para muchas personas, el trabajo es insatisfactorio. Y dado que con su dinero ya tiene todo lo necesario, tiene que embarcarse para llenar su vacío, en actividades sustitutivas.

Me gustaría saber vuestra opinión de todo esto, y que se abra un debate como el que ya tuvimos sobre las consecuencias del avance de la tecnología, en la entrada del Manifiesto.

¿Por qué hoy que somos más personas que nunca en la historia, hay tanta gente que siente estar sola? Es una muy buena pregunta que hace unos años no sé donde leí y se me quedó guardada. Lo podemos comprobar, puestos a ser objetivos, en las ventas de antidepresivos, o libros de auto-ayuda (para quienes no pueden permitirse uno de estos psiquiatras que han sustituido a los curas, cambiando a Dios por ‘la Ciencia’). Y es que muchos de estos libros, en vez de analizar las causas reales de la infelicidad humana, lo que dicen es, o bien que hay que aceptar las circunstancias tal como vienen, una nueva versión del antiguo estoicismo, y que es en realidad una manera de decirle a la gente descontenta con esas circunstancias que no haga nada contra ellas, esa gente peligrosa que quisiera cambiar su vida radicalmente tal vez. Luego, por otro lado han aparecido en forma de ‘best-seller’ libros como ‘El Secreto’ quien afirma que las personas son capaces de absolutamente todo con el poder de su mente. Sin negar que las creencias son muy poderosas, creo que esto está mal enfocado. Esto no es una ley como dice el libro, y corre el peligro de que alguien a quien las cosas no le salen bien o que esté insatisfecho, se eche las culpas a si mismo y a ‘no saber usar el secreto’ (por cierto menudo secreto, que es conocido desde hace milenios).

Las sociedades ‘avanzadas’ no podrían serlo sin una alteración del comportamiento humano por medio de las instituciones. Estas controlan nuestras vidas desde que nacemos. Un ejemplo que podría ser el paradigma, es la televisión. Yo ya no la veo, pero cuando alguna vez encuentro alguna encendida, veo escenas de personas pasando una mala situación, amenazas o violencia. Otras veces se presenta como normal aquellos patrones de conducta que favorecen al sistema social, se fomentan aquellas ideas o modas que conviene mostrar para que las adoptemos y no cambiemos el sistema como está. Y luego, una cantidad de anuncios insoportable, al menos para mí. Como ya vimos en otras entradas, es un hecho objetivo que la escuela también tiene lo que Iván Illich denomina un ‘currículum oculto’ que no es cuánto sabes o has aprendido ahí, sino el tiempo que has pasado y el grado de ‘lealtad’ con que has seguido las reglas de ese centro escolar. Sucede lo mismo con la seguridad, que asociamos con el control policial, o con la salud, que asociamos con la medicina y los fármacos. En verdad ambas cosas son un contrasentido, cuando más policía hay es cuando más inseguridad hay, y lo mismo cuantos más fármacos se venden o más gente hay en los hospitales, es que hay más enfermedad.

Ese control que las instituciones ejercen sobre las personas, es la principal fuente de infelicidad y de la pérdida de valores, es decir, de la consideración que les damos a las demás personas. Generan impotencia, incapacidad para hacer muchas cosas de forma colectiva, obligación de dedicarse a un área específica. Ya no se enseña que cada persona tiene un valor inmenso, ahora ese valor, aunque sigue siendo infinito (el valor de la vida) a ojos de muchas personas está muy degradado. Este valor humano ha sido sustituido por el dinero o por otro tipo de intercambios. Las cosas solo son ‘serias’ si hay dinero de por medio, y la cosa sube dentro de un reducido círculo de personas que nos benefician de alguna manera. Fuera de este círculo, están los desconocidos, los extraños, gente que no puede tener nada que ver con un@. Y no digo que sea esto al 100%, pero lo que se da casi siempre es la desconfianza o el desinterés. ¿Sabéis por qué esto es así? Porque si las personas tuvieran sus ojos, sus oídos, su atención, abiertos a las demás personas sin este nivel tan absurdo de desconfianza y recelo, las instituciones no podrían ejercer ese control tan fuerte sobre nuestro comportamiento. Se rompería el ‘orden social’ y se cambiaría por otra cosa. Esto tiene que ver con aquella entrada en la que decíamos que solo se escucha a personas consideradas ‘expertas’ y no a la gente común y sencilla que a veces sabe mucho más o puede aportar algo nuevo y positivo: [ UN MUNDO DIRIGIDO POR EXPERTOS ].

12 comentarios sobre “LA FELICIDAD EN NUESTRA ÉPOCA.

  1. Cuanta razón tienes cuando expones los tres puntos para alcanzar la felicidad. Por experiencia propia te puedo decir que se cumplen. Yo tenía mi vida montada y todo genial. Hace más de 2 años me pongo enfermo, me jubilan y se desmonta todo, ya que mi punto n.1 estaba montado alrededor de mi profesión. Entonces el grado de felicidad desaparece, hasta que no conseguí nuevos objetivos y que estan en pleno desarrollo, no he recuperado la senda pérdida. Por lo que llego a la conclusión de la gran fiabilidad del esquema basado en los tres puntos.
    En mi tuit venía a querer referir las múltiples formas de vida y la desproporción tan brutal entre ellas, y por supuesto lo inalcancable que es disfrutar de algunas de ellas, si no te viene de cuna. Lo que me parece injusto, ya que la propia concepción en cuanto a funcionamiento de nuestro mundo lo hace imposible.
    Muchas gracias por el altísimo nivel de tu trabajo. Un abrazo.

    Me gusta

  2. Yo matizaría: Tener objetivos…razonables y asequibles

    Por cierto también ,como hablàbamos, viene a hablar del menoscabo de la religión ( estos psiquiatras que han sustituido a los curas, cambiando a Dios por ‘la Ciencia’). ciencia en mayúscula y entre comillas, Bien laironía

    Me gusta

  3. Para mi, el ser humano se encuentra aún en pañales con respecto a muchos temas. Hemos cambiado la jungla de la selva por la de asfalto, los tótem o el miedo a los truenos por la religión. El hombre desde sus inicios tiene la necesidad de creer el algo y en alguien, necesita tener líderes y sumos sacerdotes que nos digan lo que tenemos que hacer para ser felices según estos nos indican. Pero al final esos lideres politicos y religiosos también son humanos. Quién no acepte las normas son los rebeldes, antisistema, etc. Y lo que ocurre es que esos elegidos(o no) temen perder el poder que les da la ignorancia y el miedo de los demás y los privilegios que gozan. Creo que el ser humano para ser feliz debería creer más en las personas y en la comunidad. Valorar las aptitudes de cada uno, vivir bajo unas normas básicas de convivencia y de respeto hacia el otro, al fin y al cabo todos somos humanos y el nacer en Asia o en África no debería ser el problema para poder satisfacer las necesidades básicas, y tener las mismas opciones de ser feliz al sentirse realizado personalmente como individuo y dentro de la comunidad en la que se vive.

    Me gusta

    1. Lo has expresado muy bien: hemos sustituido a la comunidad por el sistema, y este es el problema. No nos reconocemos como miembros de nuestra comunidad humana, sino como piezas del modelo productivo. Esta es la principal causa de infelicidad de nuestro tiempo.

      Me gusta

  4. Yo creo que una buena manera de ser feliz es aportar algo , algo que hemos aprendido y que nos parece importante y mostrárselo a otros.

    Porque al final las religiones tienen toda la pinta de ser falsas y por lo tanto es casi seguro que solo tendremos una vida, así que solo nos queda pensar que aunque nosotros no lo hagamos, la humanidad si que seguirá adelante.

    Me gusta

    1. Una de las cosas curiosas de esta sociedad, es que hasta la felicidad se vende. Hay estrategias muy sutiles que pueden engañarnos para creer que la felicidad es lo que no es, alguna de las baratijas que el consumo ofrece. Pero, la felicidad es un estado interior, un acto creativo y consciente, nadie puede ofrecértelo, tú tienes que generarlo como una pila produce energía eléctrica. Y es que muchos creen que la felicidad tiene que llegarles a ellos como la lluvia en un desierto. Y nunca llega.

      Me ha salido así xD. Saludo.

      Me gusta

  5. Es muy difícil acceder a la felicidad cuando los objetivos que te incrustan son para hacerte manipulable y no para que te realices, que posiblemente es una de las formas de ser feliz..

    Me gusta

  6. Hola amigo, estate atento a este blog durante los próximos 30 días, plazo en el que espero haber hecho un libro contando mi punto de vista sobre como funciona la educacion y la influencia que tiene sobre las personas. El objetivo de ese libro es contribuir a luchar por la felicidad humana es decir, por la emancipación frente a esa institución escolar a la que se nos obliga a asistir por la fuerza.

    Me gusta

  7. La novela de un Mundo Feliz la he leído, y es bastante horrible casi todo lo que ocurre en el libro.

    Yo he leído la original, creo que me comentaste que había otra versión, ¿de qué habla la otra versión?

    Me gusta

Deja un comentario